Gustavo Salinas, máximo ejecutivo de la automotriz japonesa en el país, dialogó con LA NACION y puso énfasis en la producción local y el futuro de algunos de sus modelos más destacados
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Según reporta la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), Toyota está hoy en el segundo puesto del ranking de ventas acumulado con 34.985 registros, apenas 1027 por debajo de la líder, Volkswagen.
La Hilux, su pickup fabricada en Zárate, provincia de Buenos Aires, lideró los dos últimos meses en patentamientos a nivel mercado y es hace tiempo la número uno en su segmento. El orden natural del avance tecnológico posiciona a la pickup estrella como una de las pocas que todavía no tuvo un cambio de generación o un anuncio que lo adelante. La cuenta regresiva está pronta a llegar a cero.
Los rumores en torno a la nueva camioneta ponen el foco en Zárate no sólo por la importancia interna de la chata sino por su llegada a 23 mercados del mundo. Ante una industria automotriz que enfrenta cambios, con la electrificación puesta en duda y un contexto local de reducción impositiva, mayor importación y patentamientos al alza, en Toyota la premura es tomada con tranquilidad.
Hay confirmación sobre el arribo de nuevos modelos y, ante la pregunta obligada referida a su modelo estrella, se ponen paños fríos sobre el tema y se aclara: “va a llegar lo más pronto posible”. En ese contexto fue Gustavo Salinas, presidente de Toyota Argentina, quien dialogó con LA NACION sobre los cambios que se viven puertas adentro, la expectativa de precios más bajos, la producción nacional de nuevas unidades y el fuerte impacto de los impuestos provinciales en el valor de los vehículos.

-Con patentamientos que no se veían hace siete años, ¿cómo estás viendo el presente del mercado?
-El ordenamiento económico que permite generar estabilidad está acompañado también por la reaparición del crédito. Todo eso da previsibilidad para tener un mejor suministro de vehículos en la Argentina y que ya nos está mostrando un mercado por encima de las 600.000 unidades. Es un crecimiento muy importante respecto a años anteriores, pero también recordemos que venimos de años muy deprimidos, con un mercado del 50% respecto a lo que debería ser. Estamos en una senda de recuperación, de un parque automotor más actualizado con autos nuevos por un tema de seguridad y por el recambio natural de un vehículo. Es todo muy auspicioso.
-¿Cuál sería el mercado ideal?
-Si se mira la población argentina, el parque automotor y el recambio natural que debería hacerse, estamos hablando de un mercado que debería estar en 800.000 unidades.
-¿Cuánto demoraremos en verlo?
-En no más de dos o tres años. En la medida que la actividad económica se vaya reactivando, la movilidad de las personas y los bienes van a ir acompañando eso y te diría que mandatoriamente va obligando a la actualización de ese parque automotor.
-¿El precio de los autos no repercute en la lentitud de ese recambio?
-Hoy está en discusión el tema de precios. En este proceso de ordenamiento de la economía argentina, hay un ordenamiento de los precios relativos que venían de alguna forma desequilibrados o destruidos después de muchos años.
En el caso de Toyota, por ejemplo, si uno mira entre noviembre de 2023 hasta abril de 2025, se han incrementado los precios muy por debajo de lo que ha sido la devaluación e inflación durante ese período. Los datos que nosotros tenemos de devaluación e inflación es prácticamente del 200% y nuestros precios tuvieron un incremento de costos del 110% y eso porque trabajamos primero siempre con una idea de la competitividad de nuestros costos.
El 80% de nuestra producción la exportamos, con lo cual tenemos que trabajar siempre con la conciencia de que la competitividad global es una condición básica para nuestra operación. Y porque también en este proceso de ordenamiento económico, el cliente cada vez tiene más peso en sus decisiones y es quien valida un precio o no.
Por supuesto que hay siempre oportunidades para mejorar, creo que hay muchas reformas pendientes en las que se está trabajando. El Gobierno viene transitando un proceso de reducción de impuestos que se ve reflejado en los precios, pero todavía hay para hacer sobre todo con los impuestos a la producción y exportación. Entendemos también que todo esto es un proceso que se tiene que ir dando etapa en etapa, que es muy difícil resolver todo de un momento para el otro. Y estamos dispuestos y queremos acompañar con nuestros esfuerzos para poder tener mejor competitividad y que se reflejen mejores precios para los clientes.
-Hace poco, el ministro Caputo publicó en X que se venían reducciones en el precio de los autos, ¿se sabe de alguna comunicación en camino que repercuta en precios?
-Puede llegar a aparecer. Creo que en la medida de que también haya una senda de reducción de impuestos para la producción eso debería reflejarse en mejores precios para los clientes. Hay todavía tarea pendiente para ir haciendo a nivel público y por supuesto con el acompañamiento privado de nuestra parte. Pero claramente si vamos en línea de reducción de impuestos a la producción, a la exportación, todo eso obviamente contribuye a pensar en mejores precios en el futuro.
-¿Cuál es el impuesto que hoy más encarece a los precios?
-En la producción de un vehículo en la Argentina tenemos impuestos que van en cascada impactando sobre el precio final de manera significativa. Vos tenés un nivel de proveedores que, a su vez, tiene un nivel dos que suministra subcomponentes y un nivel tres que suministra al segundo. Cada una de esas partes va pagando tasa municipal, ingresos brutos, impuesto al cheque y va evolucionando exponencialmente y tiene un impacto del 10% o 15% en el precio final de un vehículo.
Ahora, si tomo un vehículo nuestro producido en la Argentina, como la Hilux o el SW4, se ve cómo la pickup producida acá tiene un precio más bajo que una en Brasil, Colombia o Perú. Eso porque entendemos que el mercado de la Argentina está en un proceso de recuperación, queremos que llegue a esas 800.000 unidades que yo decía antes y entendemos que también hay un esfuerzo que tenemos que hacer de nuestro lado para ir teniendo precios de alguna manera acomodados a ese cliente.

Tenemos un volumen de operación en la Argentina que necesariamente la tenemos que mantener competitiva, sino es imposible mantener el volumen de producción que estamos teniendo, los tres turnos de producción y la magnitud de nuestro negocio. Creo que sobre el tema precios y sobre condiciones de producción y comercialización hay que trabajar mucho sobre los datos y la realidad; entender esos números para, a partir de ahí, poder seguir transitando este sendero de ordenamiento acompañado por el sector privado. Lo que queremos hacer es producir, generar de alguna manera más empleo y más desarrollo en la industria de la Argentina, que es el cuarto productor mundial de pickups. No sé si hay muchos rubros industriales en los cuales Argentina sea uno de los top 5 jugadores en todo el mundo y eso es porque la industria hace un esfuerzo de ser competitiva en calidad, de colocar productos en el exterior. Nosotros exportamos a 23 países que tienen la opción de comprar en cualquier lugar del mundo.
-Sobre eso último, tengo una pregunta obligada... ¿se viene la renovación de la Hilux?
-La respuesta lógica es que sí, que hay planes de actualización. Tenemos una demanda muy fuerte acá y en toda Latinoamérica que no podemos abastecer y es lógico que el cliente espere una actualización. La vamos a tener lo más pronto posible.
-Lo más pronto posible... ¿2025? ¿2026?
-Este año como novedad tenemos la introducción de un SUV del segmento B al que le tenemos mucha confianza. Va a tener mucha demanda y de mucha satisfacción para el cliente. Hoy, el foco lo tenemos puesto ahí.
-Circula en medios extranjeros el tema de la producción de una Hilux eléctrica, ¿está también en los planes?
-Muchos de los países a los que estamos exportando van incrementando las regulaciones que tienen que ver con emisiones y consumos por el tema medioambiental, con lo cual vamos a tener que tener tecnología electrificada sí o sí para poder contuinar exportando a esos países. Estamos estudiando cuáles son esas regulaciones, el nivel de profundidad que van a tener y qué tipo de volumen tenemos que tener disponible. Hace un tiempo se decía que el eléctrico iba a inundar el mundo y la realidad demostró otra cosa. Entonces, como pensamos que en la región de Latinoamérica no tenemos capacidad económica en los gobiernos para subsidiar directamente la compra de estos vehículos, pensamos que ese desarrollo se va a dar, pero en forma más gradual y paulatina. Y que por ahí va a haber otro tipo de alternativas que las que van a ir tomando mayor volumen en el corto plazo. Estamos estudiando todo eso para ver qué tecnología electrificación vamos a poner en la producción.
-¿Van a participar del cupo de electrificados del Gobierno?
-No tenemos vehículos disponibles que cumplan con el valor FOB (US$16.000) para poder entrar en el cupo. Aún así, nuestra apuesta y estrategia es la producción local en la Argentina y regional con Brasil. Es lo que nos ha hecho crecer y lo que nos da presencia en la casa matriz en Japón. Más que apuntar a importar vehículos queremos trabajar fuerte sobre la producción aquí.
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