Cómo sigue el caso de Juan Pedro Aleart, el periodista rosarino que denunció por abuso sexual a su tío y padre
El comunicador participó de un llamamiento público impulsado por organizaciones de la sociedad civil para exigir que los delitos de violencia sexual en la infancia no prescriban; subrayó que “hay pruebas”, pero que en su caso el Estado “no da respuesta”
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Días atrás, las declaraciones del periodista Juan Pedro Aleart, en el tradicional noticiero De 12 a 14 (El Tres), que conduce desde la ciudad de Rosario, volvieron a instalar en la agenda pública una problemática clave: qué pasa con los casos de violencia sexual en la infancia y adolescencia que prescribieron y quedaron impunes, dejando a presuntos abusadores sin condena.
Al aire, Aleart (36 años), contó que durante años fue víctima de violencia sexual por parte de su tío, mientras que su padre abusó de otros niños de la familia: “Me saqué una mochila terriblemente pesada, de mucho sufrimiento”, sostuvo después compartir lo que atravesó. En ese contexto, detalló que denunció en la Justicia a su tío en 2022 y a su padre semanas atrás. Este último, se suicidó cuando fue notificado de la denuncia.
Luego de haber atravesado el arduo camino que significó reconocer la violencia sufrida, ponerla en palabras y acudir a los Tribunales, el periodista se chocó de frente con una barrera infranqueable: los delitos habían prescripto. En otras palabras, el Poder Judicial le decía: “No podemos hacer nada”. Por eso, este lunes, Aleart se sumó a un llamamiento público realizado por organizaciones de la sociedad civil de Argentina (Aralma), Ecuador (Red de Sobrevivientes de Hispanoamérica) y Reino Unido (Child Rights International Network) para exigir que los delitos de violencia sexual en la infancia no prescriban.
En ese encuentro virtual, que tuvo lugar por la plataforma Zoom, el periodista dijo en relación a la denuncia contra su tío: “Me costó muchísimo, primero hacer conscientes los abusos y denunciarlo penalmente. Hay pruebas. El fiscal decidió imputarlo pero en la audiencia los jueces me respondieron que ‘todo es creíble y fundado pero está prescripto’ y no podían avanzar con la investigación”. Y sumó: “los abogados defensores apelaron a la prescripción y al juicio por la verdad, que significa o la impunidad absoluta, o sacarla barata”.