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Bayern Munich se empecina en romper récords a cada paso que da. En la primera fecha de la Bundesliga 2020-2021 quebró dos. Al vencer por 8-0 a Schalke 04 redondeó la máxima goleada en un partido inaugural de una temporada. Por otro lado, su mediocampista angloalemán Jamal Musiala se transformó en el futbolista más joven del equipo bávaro en convertir un gol: tiene apenas 17 años y 205 días.
Bayern tuvo una temporada 19-20 inolvidable, en la que con Hansi Flick al mando consiguió el soñada triplete: Bundesliga, Copa de Alemania y Champions League, trofeo que conquistó tras vencer a PSG en una final sin público en Lisboa (Portugal).
Las semanas de descanso parecen haberle servido para recargar las baterías y no perder la motivación. No importó que el francés Kingsley Coman se perdiera el partido inaugural por ser o estrecho de un positivo de coronavirus. O que el defensor austríaco David Alaba acusara problemas musculares. Ni siquiera gravitó que se haya despedido Thiago Alcántara, el mediocampista hispano-brasileño que abandonó Baviera tras siete años para recalar en el Liverpool de Jürgen Klopp.
El Bayern es recambio y también convencimiento. Porque hasta Leroy Sané, el extremo adquirido a Manchester City anotó una vez y dio dos asistencias, como si conociera de memoria el sistema del Bayern. Porque, además, Alphonso Davies, una de las revelaciones de la última Champions League, empezó el partido desde el banco. En apariencia, los bávaros daban ventaja. En realidad, da igual quien juegue, porque todos lo hacen bien.
El 8-0 ante Schalke, además de entrar en los libros de historia, es toda una declaración de principios para el resto de sus rivales. Sobre todo, para Borussia Dortmund y Red Bull Leipzig, equipos llamados a pelearle el título a Bayern, aunque todo parece indicar que volverán a luchar por el segundo puesto. El jueves, los alemanes se medirán a un rival de fuste por el título que les queda correspondiente a la temporada 19-20: frente a Sevilla en el Puskas Arena de Budapest, y por la Recopa de Europa.
Schalke, que perdió a Weston McKennie (jugará en Juventus), pasará por más de un problema durante la temporada si sigue mostrando las grietas defensivas que exhibió ante un equipo como el Bayern, que no perdona ni medio error. Los de Gensenkirchen, allí donde Argentina goleó a Serbia y Montenegro en el Mundial 2006, se fueron al descanso tres goles abajo. En la segunda parte los aniquilaron: recibieron cinco más. Porque Bayern no afloja nunca.