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LIMA.- Fue una escena tan tierna como conmovedora: Delfina Pignatiello tirando besitos a la tribuna, mientras acababa de consagrarse en los 400m libre para obtener su primera medalla dorada en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Pero allí mismo, en esa celebración en la Videna, un detalle en primer plano: las uñas pintadas de celeste y blanco, su manera simbólica de confirmar su compromiso con la delegación argentina.
Sin embargo, la costumbre de pintarse con esmalte de dos colores no es nueva para esta sanisidrense que ya disparó una nueva ilusión argentina: en septiembre de 2017 lucía uñas diferentes, cuando ganó tres medallas en el Mundial de natación junior de Indianápolis. Por entonces, ya descollaba: dos medallas de oro con récord argentino: una en los 1500 metros y la otra en 800m libre. Además, había sumado una plateada en 400m libre, logros que ya dejaban entrever un enorme potencial.
La coquetería en las deportistas argentinas con reminiscencias nacionales está muy extendida. Las Leonas han cultivado esta moda en varios torneos con moños celestes y blancos con el fin de mantener el pelo atado, así como también se pintaron las uñas con los colores argentinos. Todo para abrazar una fidelidad de fuego. Aunque la referencia más próxima es la de Sabrina Ameghino, la autodenominada "Abuela" del canotaje que le dio uno de los primeros oros de la cosecha argentina en Lima 2019.
Para certificar que esta costumbre no sabe de edades, Ameghino le lleva 20 años a la nadadora Pignatiello y fue retratada en una de las fotos que seguramente quedará en el recuerdo en estos Juegos Panamericanos: las dos manos sobre su cara para cubrir un rostro que estallaba en un llanto por la emoción. Y por supuesto, el color de sus uñas, hasta con un amarillo o dorado que remitía al sol de la bandera.