La fuerte medida que propuso Ruggeri para detener las agresiones en los estadios
El Cabezón analizó los hechos vividos en las canchas del fútbol argentino el último fin de semana, y propuso una solución que involucraría a los principales jugadores de la liga
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LA NACION
El columnista de Equipo F (ESPN), Oscar Ruggeri, propuso este lunes por la noche una solución para detener las crecientes agresiones vividas en los estadios; especialmente, en la última fecha de la Liga Profesional de Fútbol (LPF). En el programa, mostraron imágenes de la “histeria” (así definieron la actitud) que viven los protagonistas del fútbol argentino.
En el compilado, se lo ve al entrenador de San Lorenzo, Rubén Darío Insúa, insultar a un hincha que lo había increpado en medio del encuentro que, a la postre, terminó en victoria para su equipo. Además, reflejaron los cánticos de los hinchas de Arsenal contra sus jugadores; los proyectiles arrojados contra Boca Juniors, en la cancha de Rosario Central; en ese mismo partido, el desaforado ingreso de Miguel Ángel Russo al campo de juego; y el grito de guerra de la afición de Central Córdoba contra el club (”que se vayan todos, que no quede, ni uno solo...”).
Allí, el conductor Sebastián Vignolo les preguntó a sus colegas si este tipo de actitudes se vieron “siempre”, a lo que Oscar Ruggeri contestó que “no”. Por su lado, la periodista Luciana Rubuinska consideró “que el futbol tiene su propia lógica”. “Hay cosas que están permitidas”, lamentó.
A la vez, el animador les preguntó a sus colegas si “es normal patear un córner así”, tal como lo hicieron los jugadores de Boca, al resguardo de proyectiles. “Es normal: los córners se patean como se puede”, replicó Ruggeri.
Por su lado, el comentarista deportivo Diego Latorre opinó que, aunque se vayan “recortando focos de conflicto, el conflicto está latente, siempre”. Además, dijo que se trata de “un problema de educación enquistado en la sociedad”, y que, “bajo la pasión, la gente encuentra una forma”. Dramático, sentenció: “En cualquier momento, van a matar a un jugador, un periodista, un hincha”.
A su turno, Ruggeri se hizo cargo del problema y lanzó: “Nosotros tenemos que ser los responsables de eso”. Al ser consultado por el relator Mariano Closs, sobre a quién se refería, aclaró: “Los capitanes de todos los equipos. Tendrían que hablar con su grupo, juntarse y decir: ¿tiran otra bomba que puede lesionar? No jugamos”.
Mientras tanto, Gambeta ensayó una autocrítica y dijo: “Cuando nosotros decimos ‘lo único que sirve es ganar, perder es una catástrofe’, eso entra en el subconsciente del hincha lentamente”. En respuesta a eso, Ruggeri contestó: “Yo digo que hay que ganar, ¿pero por eso hay que agarrarse a piñas, hay que matar a uno?”.
Por último, el Cabezón incluyó dentro de la “histeria” colectiva, a la vorágine que viven los entrenadores, muchos de los cuales son despedidos de sus cargos al poco tiempo de ser contratados. “Por todos lados, está mal” concluyó su duro diagnóstico Ruggeri, en cuanto al presente que vive el fútbol argentino.
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