Rossi, en la "hazaña" de su vida: largó desde el fondo y ganó

OLAVARRÍA.- "Fue una hazaña." Así describió Matías Rossi su obra recién finalizada sobre el asfalto del autódromo Hermanos Emiliozzi. Es cierto, fue monumental. Largó desde atrás de todo en la grilla y tras 45 vueltas llegó adelante. En la pista, detrás de la cola de la Dodge de Juan Martín Trucco. Dos horas después, consolidado como el ganador de la carrera especial del Turismo Carretera, larga duración y con carga de combustible obligatoria.

Como parte de un show sin antecedentes, la categoría organizó el sorteo con un festival dentro del complejo. Un escenario montado como en los grandes recitales y, allí arriba, cada uno de los pilotos obtuvo un número elegido al azar para determinar el orden de partida de la competencia. Los primeros en el certamen, al fondo. Los últimos, adelante. Y dentro de cada grupo, la búsqueda de la mejor ubicación.

"No tuve suerte en el sorteo. La peor de las suertes", recordó el campeón del TC. Y fue justo: "También tuve mucha suerte en la carrera. Porque Ponce de León al comienzo me pegó al costado, en el medio. Si hubiese sido en una rueda, habría terminado todo para mí. Y también con Diego De Carlo, que se pasó en una frenaje y en lugar de golpearme, me esquivó".

Técnicamente Rossi no largó último, ya que Juan Marcos Angelini partió desde los boxes por una pérdida de combustible. Pero la tarea del piloto de Chevrolet fue magistral. No sólo superó máquinas en la pista: su equipo, el Donto Racing, fue impecable en la carga de combustible. Apenas tardó 25s277/1000 entre su ingreso en la calle de boxes y la salida a la pista. Sus mecánicos celebraron el acto como un triunfo, el que no imaginaban que llegaría media hora después.

"Ahora me puedo retirar tranquilo", sentenció Rossi al calificar su tarea, cuando aún no sabía que los comisarios deportivos, dos horas después de la bandera a cuadros, excluyeron a Trucco y lo dejaron como vencedor. Y otra vez líder del campeonato.

El Turismo Carretera experimentó una idea "alocada", según el vencedor. "Pero es una propuesta del presidente [Hugo Mazzacane] y la apoyamos. Que yo gane no significa nada. Es una idea que deberá ser analizada en función de lo vivido", comentó Rossi. Es cierto, la particular competencia con la grilla conformada por sorteo no tuvo gran recepción en el ambiente teceísta. Pero el espectáculo fue agradable y el resultado, sorprendente.

El podio contó con varias situaciones. Mientras Trucco y Rossi subían, también lo hacía Emiliano Spataro, que inmediatamente se bajó porque ya sabía que iba a ser sancionado por la carambola sufrida sobre el final, con el toque a Norberto Fontana y otros cuatro pilotos desparramados (acción que aprovechó muy bien Rossi para saltar del 6° al 2° puesto). Luego subió Nicolás Bonelli a celebrar el tercer puesto, que finalmente se transformó en segundo debido a la sanción de Trucco por un toque al otro Bonelli, Próspero, que quedó marginado. Fue un show, por el sorteo y la grilla controvertida y llamativa, pero con la recompensa de gozar de un gran espectáculo. Mientras habrá tiempo para analizar si la original propuesta es válida o no, la figura de Matías Rossi dentro del automovilismo argentino se agiganta. Gran parte de esa imagen se debe a Olavarría. Una jornada de esas que quedan en la memoria colectiva y no se borran?

Por Roberto Berasategui

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