
Un referente empresario de Canadá dice que la Argentina ya no se ve como “un problema”
De visita en la Argentina, el CEO del Consejo Empresarial de Canadá se muestra optimista con el desarrollo del país y califica al Gobierno como el “milagro Milei”
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“Mi padre era periodista en India, los temas que trataba siempre estaban presentes en la mesa cuando nos reuníamos en familia”, cuenta Goldy Hyder, CEO del Consejo Empresarial de Canadá, apenas se inicia la entrevista con LA NACION. Hyder, que tiene un máster en Políticas Públicas por la Universidad de Calgary, es un comunicador nato, y entre otras actividades, conduce un podcast llamado “Hablando sobre negocios” (Speaking of business), que ofrece entrevistas con personas innovadoras, empresarios y líderes canadienses.
En la sede de la embajada de Canadá, se muestra apasionado por los cambios que lleva adelante la Argentina y asegura que se está conformando un ambiente de negocios propicio para las inversiones.
Cuenta que fue Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia, quien lo invitó a la Argentina cuando se encontraron en Toronto el pasado 3 de marzo, durante el PDAC 2025, un congreso sobre minería. También estaba el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. “La embajadora argentina en Canadá (Josefina Martínez Gramuglia) es una querida amiga y siempre me decía que tenía que prestar atención a lo que estaba pasando en este país. Cuando Karina Milei se enteró de que tenía proyectada una visita a Chile, me incentivó a venir y reorienté mi viaje para poder hacerlo. Estoy encantado de haber tomado esta decisión, en nombre de los 170 empresarios que represento”, asegura.
El Consejo está conformado por los presidentes, directores ejecutivos y emprendedores de las empresas más influyentes de Canadá y hacia ellos vuelve para darles sus impresiones sobre la Argentina, un país, que declara “en franco crecimiento”. En su viaje, encabezó una delegación compuesta por representantes de compañías canadienses “con interés en oportunidades de inversión y comercio” en los sectores de pesca, ingeniería, logística y energía nuclear.
“Hay una increíble ventaja que tienen la Argentina y Canadá a la hora de hacer negocios; el mismo huso horario”, reflexiona. “Se trata de un beneficio muy importante para la comunicación y un elemento clave para un ambiente productivo ágil y fluido. Pero no es lo único. El empresario ve mucho potencial en una relación que tiene un gran margen para crecer”, afirma el empresario.
- ¿Con qué desafíos se encuentra el nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney?
- En primer lugar, su estrategia es estabilizar la relación con Estados Unidos, pero también Canadá necesita diversificarse. El instinto dice que hay que mirar a países con los cuales hay acuerdos comerciales, una historia en común, experiencias compartidas. Naturalmente, Europa y otras naciones aparecen en el radar. Pero, cuando se mira al sur de este continente, se ve una gran oportunidad, porque la región tiene potencial para despegar. El resultado de las políticas son medibles, y los números no mienten. El crecimiento que se espera llegará gracias a las inversiones, a la infraestructura que se necesita ya sea a través del transporte, de la conectividad digital, aeropuertos, puertos. Un empresario quiere ser parte de esto como inversor.
— ¿Cuál es su percepción sobre la Argentina?
— Durante un tiempo, francamente, era un “mantente alejado”. El país era visto como un problema. Ahora, yo me voy con la sensación de que se está viviendo un “milagro Milei”. Quizás sea pronto, pero si se miran los logros en un período corto de tiempo, es un milagro. Es increíble. Y lo que es aún más milagroso es el hecho de haber mantenido el apoyo de la gente en tiempos muy duros. La transición todavía no terminó. Falta tiempo para llegar al fin del camino. Como una persona de afuera veo liderazgo combinado con una sólida estrategia económica y con la necesidad de actuar con rapidez y urgencia. Honestamente, en el mundo no veo que existan estas tres cosas juntas.
- ¿Cómo se ve desde afuera el descuido de las formas en las que en reiteradas oportunidades incurre el Presidente?
- Quizás es su personalidad, en parte su extravagancia. Pero los hombres de negocios no miran eso. Creo que la gente valora que se le diga la verdad en materia económica. Cómo he dicho en reiteradas oportunidades, es el “cool kid on the block” (el chico cool de la cuadra). A los empresarios les interesa qué es lo que el líder dice que va a hacer, y que lo haga. Por ejemplo, hay solo cinco países en el mundo con superávit. Cuando hay déficit, los inversores ven más impuestos, pero cuando hay superávit, ven menos impuestos y eso funciona como un imán. El capital no tiene emociones, ni nacionalidad, va hacia donde es bien recibido. Si miramos lo que está sucediendo en la Argentina, el capital diría “un momento, miremos lo que está sucediendo aquí”. Tenemos el superávit y hay un dramático cambio para desregular. Y todo se hace sin provocar una recesión.
- ¿Qué otras ventajas le ve a la Argentina hoy?
- Yo no era consciente de cuánto talento que existe en este país, porque hay un sistema educativo muy bueno. De hecho, algunos empresarios que vinieron en este viaje están contratando a personas del sector nuclear. Si se tienen en cuenta los recursos naturales, los recursos humanos y un gobierno que está focalizado en una economía sana, aquí hay una receta para un importante crecimiento económico. Así se baja la pobreza y hay mayor bienestar. El Presidente ha comunicado claramente que se intentó con otro modelo, pero no funcionó. Con el nivel anterior de inflación, la población era cada día más pobre, aun con un sueldo.
- ¿Podría haber un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Canadá y el Mercosur?
- Hubo conversaciones en la última década, pero no se llegó a nada. Canadá es uno de los países con más TLC en el mundo, son alrededor de 16, pero incluyen 51 países. Nuestro problema es que el 71% del comercio se realiza con un solo país. Adivine cuál.
- Estados Unidos. ¿Cómo siguen las conversaciones, después de la disputa por los aranceles en el marco de un TMEC (TLC entre Estados Unidos, Canadá y México)?
- Debemos navegar este terremoto geopolítico en términos de guerra comercial. Eventualmente, esto llegará a su fin. Estados Unidos siente que los tratados comerciales han perjudicado a su industria, entre otras cosas. El TMEC se rompió. Pero en realidad esto es un despertar para Canadá, para que salga al mundo a ver qué es lo que está pasando en otros países. Por eso estuvimos en Chile y ahora en la Argentina.
- ¿Resulta cara la Argentina para los inversores?
- Algunas de las empresas canadienses en la Argentina han estado aquí por 50 años y han permanecido durante los altibajos del país. Creemos que la agenda del Gobierno incluye reducir los costos de hacer negocios en la Argentina.
- ¿Hay inversiones canadienses planeadas para la Argentina?
- Esa es la meta. Mi trabajo es volver a Canadá y hacer un reporte sobre lo que veo en el viaje, las conversaciones que tengo, los números que se recolectan. Luego ellos deciden. Seguramente no vaya a ver a los 170 empresarios sino a unos 25 y les diga “no estás en la Argentina, pero tus competidores sí. Esto es lo que está pasando. Si te interesa, podemos conectarte con las personas que necesitás conocer. Ellos quieren saber que la gente comprendió qué políticas necesitan para que su vida sea mejor.
- ¿Qué es lo que más les preocupa a los CEOs hoy?
- Algo que quizás se sabe poco, y es que peligre la democracia. La democracia en la Argentina es un punto a favor. Los CEOs creen en este sistema. Algunas personas hablan de que este período podría ser similar a 1930, con Estados Unidos alejándose de los conflictos mundiales, y medio oriente y Europa en un estado frágil. Aquí es donde otras democracias pueden dar un paso al frente. Crecer trae prosperidad y la Argentina va en este camino, diciéndole al mundo “traigan su dinero, ya que tenemos el ambiente de negocios apropiado”.
- ¿Cuáles son los sectores más propicios para que el capital canadiense invierta?
- Minería, gas, tecnología, alimentos, líneas de transmisión de energía, infraestructura digital, centros de data, economía del conocimiento, conectividad, turismo. La idea es trabajar juntos para generar la infraestructura necesaria que ayude al crecimiento. Los gobiernos van y vienen, pero si se sientan las bases con una buena infraestructura y energía, el crecimiento será sostenido.