¿Exceso de vanidad?: The Weeknd, el gran astro de la música que no acierta con sus trabajos como actor
Luego del estreno de su película, las críticas apuntan a un desmesurado “egotrip”
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The Weeknd presentó una película que lo tiene como protagonista. Hurry Up Tomorrow se llama. Se estrenó hace un par de semanas en salas de los Estados Unidos y el jueves 29 llegó a las pantallas argentinas como Hurry Up Tomorrow. Más allá de los reflectores. Para quienes buscan opiniones de referencia antes de comprar el ticket, la decisión no puede ser de lo más difícil. Los comentarios en redes abundan.
“La película, realmente, es hermosa. Abel logró conectar con mi corazón -escribió Yvy-. Se trata de sus luchas internas, dolor, lágrimas y estrés que pasa un artista. Esta película no es para todos, solo pocos entenderán lo que Abel nos trata de decir. Y más a los que somos artistas. Gracias Abel por no callar y hacer de tu dolor un obra de arte, te quiero mucho".
Carlos no opina lo mismo: “Dos horas de basura. Un tipo con el ego tan alto que cree que necesita una película. No la vean, no vale la pena. Las actuaciones son absurdas, no tiene ningún hilo conductor. Es difícil creer que un guionista hizo eso”.
Quienes vayan por el desempate lo podrán encontrar en las estadísticas. Según los especialistas en números, es un trabajo que habría costado unos 15 millones de dólares y en esas dos primeras semanas solo recaudó algo más de 5 millones. Y en cuanto a las opiniones, si bien muchos fans salieron del cine emocionados, la crítica especializada le bajó el pulgar. Y si a esto se suman los malos comentarios que dejaron otros voluntarios que consumen cine solo por afición, el saldo termina siendo (muy) negativo.
Y quizás el resultado tenga mucho que ver con el comentario de este Carlos (entre muchos Carlos). ¿Un exceso de vanidad?
La suerte dispar
Unas cuantas décadas atrás, una de las grandes antinomias era la del cine pochoclero versus cine intelectual. A grandes rasgos, por un lado las producciones ATP en las que el héroe siempre triunfa (boxeador por el que nadie daba un peso o un excombatiente de Vietnam); por otro, el cine europeo que no nos aclara si el final realmente es el final. Hoy las rivalidades no pasan específicamente por allí. Y, en cualquier caso, llevar a una estrella mundial de la música pop a “experimentar” con la pantalla puede ser un riesgo grande. Y digamos más: si es esa estrella de la canción que, por propia voluntad, se mete en esos terrenos, el riesgo de quedar atrapado en un lodazal es mucho mayor.
Los antecedentes de The Weeknd frente a la cámara -hizo un cameo de sí mismo en Uncut Gems (Diamantes en bruto, de 2019) y protagonizado la serie de televisión de HBO The Idol (2023)- no fueron descollantes. Incluso, la segunda producción trajo polémicas por su perspectiva machista, denuncias por el ambiente de trabajo detrás de cámaras y el hecho de que fuera cancelada sin terminar su primera temporada (se emitieron cinco episodios de los seis que inicialmente HBO tenía previstos).
Seguramente hay muchas maneras de sondear los motivos por los que The Weekend llegó hasta aquí. ¿Está cerrando un capítulo de su vida y quiso terminarlo de ese modo (álbum + película)? En algún momento deslizó que podría archivar su alterego y continuar su vida artística con su nombre real, Abel Tesfaye (de hecho, en los créditos de la película aparece con su nombre real; como si The Weeknd quedara reservado para discos y escenarios). Por otro lado, en su último álbum, ya en la primera canción (“Wake Me Up”) larga estos versos: “Solo tengo mi legado. He estado perdiendo la memoria. No hay más allá. No hay otro lado. Estoy solo cuando se desvanece a negro”.
De algún modo, ha querido llevar a la pantalla parte de lo plasmado en el disco, mezclado con vivencias diarias, y con todo lo sombrío de una generación “emo”, aunque la suerte ha sido dispar. Si en el estudio de grabación se mueve con absoluta comodidad, frente a la cámara no sucede lo mismo. A los 35, The Weeknd sigue siendo joven, pero puede hacerse unas cuantas preguntas en formato canción y llegar a la cuenta de lo que añora: “Llévame al tiempo cuando era joven y mi corazón podía soportar las drogas y el dolor. Ahora mis huesos son débiles y mi voz falla y mis lágrimas caen sin previo aviso. La multitud gritará. La multitud gritará mi nombre. Aunque el mundo quiera que fracase, la multitud gritará mi nombre”.
Pero, quizá, lo que marque la clave de todo este asunto sea el momento en que pronuncia la frase “Debería haber estado sobrio, pero no puedo permitirme ser aburrido”, del tema “Without a Warning”.
The Weeknd juega en una liga de campeones en la que no se les está permitido fallar. A lo sumo, puede haber alguna caída, pero siempre hay que tratar de ser “divertido” para que los números cierren. Por otro lado, hay un ego que hay que saber manejar. Porque, sin duda, lo que más llama la atención de la película no es la fragilidad de su narrativa sino el hecho de que la dirección (aunque haya una persona, con nombre y apellido, que se ocupó de eso) en definitiva sea parte de su propio egotrip.
No es un dato menor la escena en la que The Weeknd aparece desde una plataforma levadiza, sobre el escenario, hasta que queda a la vista de todo el público. Lo curioso es que la primera connotación de la bata con capucha que trae puesta lo conecta directamente con la imagen de un púgil, de un gran campeón. Es un lugar común al que muchos apelan, pero en este contexto refuerza la idea de no poder bajarse de ese ego que muchos advirtieron tras el estreno del film.
Tampoco es menor el dato que no sea The Weeknd quien representa al personaje de este thriller psicológico. Es Abel quien representa a un cantante llamado Abel, que entra en una tortuosa relación con una fan, Anima (Jenna Ortega), en medio de una crisis de depresión e insomnio. La realización de este proyecto comenzó meses después de que The Weeknd se quedara sin voz en medio un concierto que ofreció en septiembre de 2022.
Cinturón de campeón
Por supuesto que ha tenido muchos triunfos a lo largo de su carrera, aunque en la pantalla no termine de convencer a ese mundo que (según sus palabras en “Without a Warning”) quiere verlo “fracasado”. Nada fácil será que se baje del caballo alguien con tanto éxito detrás.
Este popular canadiense vendió más de 75 millones de discos y alcanzó el récord de oyentes mensuales en Spotify en marzo de 2023: 111.4 millones. Además, en esta plataforma fueron varias las canciones con las que superó las mil millones de reproducciones. Por estos dos últimos datos la organización Guinness informó que batió dos récords mundiales. Y lo consagró como el artista más popular del mundo.
Caso testigo del suceso: “Blinding Light” fue el segundo single del cuarto disco de The Weeknd. Fue compuesto por el cantante junto a Max Martin y Oscar Cibrian y cuenta con créditos adicionales de Belly y Jason Quenneville. A finales de 2020 se realizó un remix de la canción que tuvo la colaboración de la multipremiada cantante española Rosalía. Uno de los grandes espaldarazos de difusión lo consiguió gracias a que el cantante canadiense la interpretó en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LV, el 7 de febrero de 2021. Semanas después batió un récord. Para marzo de ese año era la primera canción de la historia en mantenerse un año entero (fueron 52 semanas) en el top 10 del Billboard Hot 100. Y gracias a un acuerdo comercial con Mercedes Benz y el video que se produjo especialmente, para 2023 la canción había superado las 3000 millones de reproducciones, el mayor éxito de Spotify hasta ese momento.
¿Será culpa de semejante éxito musical el fracaso en puerta de su última incursión en el cine? Seguramente no, pero esa necesidad de ser el centro de todo (todo el tiempo) tal vez sea lo que lo lleve a dar estos malos pasos. No ha sucedido lo mismo en carreras de otras personalidades muy famosas, como Lady Gaga, quien han hecho caminos más equilibrados, tanto en la música como en las pantallas.
Trilogías, filantropía y romances
Quienes analizan su catálogo musical dividen sus seis álbumes en dos trilogías: Kiss Land (2013), Beauty Behind The Madness (2015) y Starboy (2016), por un lado; After Hours (2020), Dawn FM (2022) y Hurry Up Tomorrow (2025), por otro. De ahí que muchos hablen de una vuelta de página o de un ciclo que se cierra, más allá de las cuestiones emocionales que son una constante en su trabajo.
Lo que lo ha mantenido con los pies sobre la tierra es la filantropía. Siempre ha estado atento a la ayuda, sin poner el foco en necesidades determinadas. Ha donado entre 50.000 y medio millón de dólares a centros de salud, clases de idioma en una universidad y, especialmente, al movimiento Black Lives Matter.
Sus romances siempre han dado que hablar, aunque fueron más por los nombres de sus novias famosas que por escándalos en páginas del corazón. Abel y la modelo Bella Hadid mantuvieron un romance en dos temporadas (2015-2016 y 2018-2019). En el ime, The Weeknd salió unos meses con Selena Gómez. También lo asociaron sentimentalmente a Angelina Jolie, en 2021, sólo porque una vez los vieron cenando juntos, pero nadie llegó a confirmar que realmente hubiera una relación entre ellos. Desde 2022 ,la pareja del canadiense es la influencer y DJ Simi Khadra.
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