La incomodidad de Jake Gyllenhaal al filmar escenas de sexo con Jennifer Aniston: “Fue una tortura”
El actor se refirió a lo mal que se sintió cuando trabajó con la estrella de Friends, a comienzos de los 2000, en la comedia romántica Una buena chica
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Filmar escenas íntimas no es tarea sencilla para gran parte de los actores, y Jake Gyllenhaal puede dar fe de ello. A comienzos de los 2000, la estrella de Hollywood trabajó junto a Jennifer Aniston y aún hoy recuerda aquella experiencia: el intérprete y la actriz protagonizaron la comedia Una buena chica y llegó a calificar de “tortura” la forma en que vivenció las escenas de sexo junto a su compañera.
¿El motivo? Según confesó Gyllenhaal, en diálogo con The Howard Stern Show, su enamoramiento secreto por Aniston le impedía cumplir con su trabajo con tranquilidad y llegó a sentirse “incómodo” en esa situación. “Fue una tortura, sí, lo fue, pero tampoco fue una tortura. Quiero decir que fue como una mezcla de ambas sensaciones”, bromeó el actor, de 42 años, tras itir que estaba muy enamorado de su colega, quien hoy tiene 53 años. “Curiosamente, las escenas de amor son incómodas porque tal vez hay 30 o 50 personas mirando. Eso no me excita”, remarcó.
Y continuó: “La mayoría de las veces es extrañamente mecánico, ¿verdad? Y también es un baile, como una coreografía para una cámara. Es como una escena de pelea, tenés que coreografiar esas cosas, y siempre he intentado que salga lo mejor posible”, dijo.
Luego, Gyllenhaal contó que Aniston había sugerido que recurrieran a un particular método para ayudarlos a sentirse más cómodos durante las escenas del dormitorio: “Se utilizó la técnica de la almohada. Eso fue preventivo y se usó generalmente cuando se trataba de una posición horizontal”. Tras ello, aclaró que la iniciativa fue de Aniston. “Creo que en realidad fue una sugerencia de Jennifer. Y fue muy amable al sugerirlo antes de que empezáramos... Me dijo: ‘Estoy poniendo una almohada aquí’. Eso fue todo lo que dijo”, aseguró.
Años atrás, Gyllenhaal ya había confesado su enamoramiento de la actriz por aquellos tiempos. De todas maneras, nada pasó entre ellos. En cuanto a su actual presente amoroso, Aniston, que anteriormente estuvo casada con Brad Pitt y con Justin Theroux, dijo meses atrás que estaba abierta a vivir nuevos romances, aunque itió que para conocer a otra persona prefiere un encuentro clásico. “Ni Tinder ni Raya, por favor. Soy una chica de la vieja escuela”, afirmó en referencia a dos reconocidas aplicaciones de citas. La actriz también mencionó cuáles serían algunas de las cuestiones fundamentales que tendrían que darse para comenzar una relación y destacó que la “química” es un factor clave. “(Un primer beso) es bastante importante. Eso, y también la facilidad con la que fluye la conversación por primera vez. Ese es un buen indicador. Confianza, pero no arrogancia”, precisó en una visita a Radio SiriusXM.
Aniston también ha comentado que le interesan las personas amables y respetuosas con la gente, así como que lleven un estilo de vida saludable. “El estado físico es importante, y no solo se trata de cómo te ves. Quiero estar por acá mucho tiempo y no estar en una silla de ruedas cuando tenga 80 años”, señaló la celebridad.
En Una buena chica (2002), la actriz interpretó a una empleada de un supermercado en crisis que comienza una aventura con un compañero de trabajo (Gyllenhaal). La película de Miguel Arteta -con guion del creador de The White Lotus, Mike White- no solo significó el despegue de Aniston de su faceta de comediante vista en Friends, sino que también permitió el lucimiento de Gyllenhaal, quien en ese momento ya despuntaba como un actor de enorme talento.
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