Top Five: finales polémicos del cine
Un repaso por algunas películas que, al concluir, nos dejaron boquiabiertos

El Top Five de hoy surgió a raíz del esperado reestreno de Casablanca (el 4 de octubre) y la eterna pregunta de si Ilsa debería haberse subido al avión o haberse quedado con Rick. El mismo interrogante fue retomado por Nora Ephron (una de las más tristes pérdidas que sufrió el cine en los últimos años) en su guión de Cuando Harry conoció a Sally , cuando hizo debatir a esos amigos sobre la decisión que toma el personaje de Ingrid Bergman. Muchas películas han concluido de modo tal que se logre un efecto calculado (y no por eso menos efectivo): perdurar en la mente del espectador. A continuación, cinco finales que cumplieron con esa premisa:
1. MAGNOLIA (1999, Paul Thomas Anderson)

Anderson es un director que sabe cómo dar el gran golpe para concluir sus (casi todas) obras maestras. Desde la belleza de ese "Here We Go" salido de la boca de Emily Watson en Embriagado de amor hasta el kubrickiano y desaforado desenlace de esa desmesura llamada Petróleo sangriento , el realizador va construyendo la historia de modo tal que su conclusión movilice los sentidos, en una suerte de inolvidable in crescendo. A Magnolia la podemos considerar una película con dos finales (macro y micro) que se fusionan. El primero, con esa lluvia de ranas que hilvana las historias mientras Aimee Mann canta "Save Me" y el segundo, con ese primer plano de Melora Walters que impacta desde la economía de recursos, solo con un rostro y todo lo que se desprende de él.
2. LOS SOSPECHOSOS DE SIEMPRE (1995, Bryan Singer)

El enorme cierre del film de Bryan Singer de algún modo sentó las bases para lo que, lamentablemente en muchos casos, se convertiría en menos una necesidad y más un gesto cool: shockear con una revelación final. En Los sospechosos de siempre (y no en aquellos ejemplos en los cuales el window.googlefc = window.googlefc || {}; googlefc.controlledMessagingFunction = function (message) { message.proceed(true); };