La tendencia en algunas escuelas de Estados Unidos que indigna a los padres por una exigencia de los maestros

Los padres enfrentan serias complicaciones para recuperar la rutina escolar de sus hijos mientras los trabajos han vuelto a la normalidad operando desde las oficinas, como sucedía antes de que la pandemia por Covid interrumpiera las actividades y modificara la interacción con el exterior. Los profesores pasaron varios meses enseñando desde casa y su vida también cambió, ahora las escuelas han ideado formas de atraerlos de nuevo a las aulas para cubrir con la alta demanda, aunque eso perjudica a las familias.

La nueva propuesta de algunos distritos escolares es tratar de tener semanas de cuatro días para estar a la altura de los sueldos que pueden ofrecer a los profesores por las restricciones presupuestarias. Lo que para algunos podría ser un sueño hecho realidad porque ofrece un día más descanso, para los padres ha sido motivo de protesta. Algunas zonas de Texas han comenzado a implementarlo desde hace tiempo, unos con el lunes como día libre y otros el viernes, con tal de mantener a los profesores en los salones de clase, no precisamente para alentar a otros a incorporarse. La idea ha sido replicada en otras comunidades de estados como Missouri, Montana e Idaho.

Sin embargo, mientras más se extienda esta medida, la problemática para los padres crece porque son ellos quienes ahora tendrán que buscar una guardería para sus hijos que los ita por un solo día a la semana y con los costos que eso implica. Además, las protestas también han estado orientadas a la necesidad de recuperar el tiempo y la calidad perdida en la educación otorgada a distancia durante el tiempo de encierro con clases en línea, cuando diversos estudios demostraron que se exacerbó el ausentismo escolar en esa época.

En 2021, un estudio publicado por Education Finance and Policy, evaluó la operación de 1600 escuelas con el calendario de cuatro días en 24 estados de los Estados Unidos. La motivación principal para adoptar esta medida, especialmente en pequeños distritos rurales, es la reducción de gastos, por lo que las instituciones educativas extienden una hora más el trabajo entre lunes y jueves para tratar de sacar el máximo provecho a los días laborales. Sin embargo, las escuelas con calendario adaptado promediaron 148 días escolares al año, en comparación con las 180 que registran las escuelas que operan con calendario normal.

“Si el distrito está adoptando el cronograma porque siente que debe hacerlo para reclutar maestros o mejorar el ambiente escolar, es posible que esté dispuesto a tomar esa decisión incluso si eso significa que los puntajes de las pruebas disminuyan un poco”, declaró Emily Morton, investigadora de la Asociación de Evaluación del Noroeste y quien participó en dicho estudio, Star-Telegram.

Respecto al impacto en el nivel educativo de los estudiantes, una investigación de Rand Corporation, aplicada a escuelas con calendario de cuatro días en Idaho, Nuevo México y Oklahoma, arrojó que pese a que sí existe reducción en el gasto, aunque mínima, y han mantenido la asistencia tanto de alumnos como de profesores, los resultados de las pruebas de artes del lenguaje inglés y matemáticas son más bajos que los obtenidos por alumnos en escuelas que abren los cinco días de la semana. Los investigadores sugieren que corresponderá a las instituciones atender al contexto local para tomar estas decisiones.

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