Calambres nocturnos: qué significan y cuándo prestar atención, según especialistas
Suelen darse como un dolor intenso en las piernas durante la noche; y puede ser algo más que una simple molestia
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A muchas personas les pasó alguna vez estar durmiendo tranquilamente cuando, de repente, un dolor intenso las despierta bruscamente. El músculo se contrae de forma involuntaria, como si se endureciera por completo, y durante unos segundos no hay forma de aliviar esa molestia tan punzante. Se trata de un calambre nocturno, una experiencia tan común como desconcertante. Aunque suele durar poco y no deja secuelas, este espasmo puede ser una señal de que algo no anda del todo bien en el cuerpo. Debido a esto, entender por qué ocurren de noche y qué los provoca puede ayudar a prevenirlos y mejorar la calidad del descanso.
Los calambres musculares nocturnos son contracciones involuntarias, repentinas y dolorosas que afectan principalmente a los músculos de las piernas y los pies. Suelen aparecer durante la noche, cuando el cuerpo está en reposo, y pueden interrumpir el sueño de manera abrupta. Entre las posibles causas se encuentran la falta de movimiento durante varias horas, que favorece la rigidez muscular, y la leve disminución de la circulación sanguínea al estar acostado, lo que puede comprometer la oxigenación adecuada de los músculos.

Además, algunas posturas al dormir pueden comprimir nervios o vasos sanguíneos, generando una tensión que facilita la aparición de espasmos. En conjunto, el descanso prolongado, la postura y ciertos factores fisiológicos crean un entorno propicio para que estos calambres aparezcan sin previo aviso, provocando molestias que muchas veces obligan a levantarse y estirar el músculo afectado.
Por qué se dan los calambres nocturnos
En el sitio especializado Manual MSD, dieron a conocer que existen otras causas comunes que pueden contribuir a la aparición de calambres musculares nocturnos:
- Tensión en los músculos de la pantorrilla: La falta de estiramiento, la inactividad o la acumulación repetida de líquido (edema) en las piernas pueden provocar rigidez muscular.
- Deshidratación: Una ingesta insuficiente de líquidos puede afectar el equilibrio de electrolitos y aumentar el riesgo de calambres.

- Alteraciones electrolíticas: Niveles bajos de potasio, magnesio o calcio en la sangre pueden desencadenar espasmos musculares.
- Trastornos neurológicos o metabólicos: Algunas condiciones médicas subyacentes pueden predisponer a los calambres.
- Uso de ciertos medicamentos: Algunos fármacos pueden tener como efecto secundario la aparición de calambres musculares.
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