Cómo cocinar la berenjena para aprovechar sus propiedades
Según los expertos, hay un método que realza el sabor y aprovecha todos sus nutrientes; por qué hay que comer la cáscara
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La berenjena es reconocida en el mundo de la gastronomía por su particular sabor y por su versatilidad. Esta verdura es rica en antioxidantes, fibra, potasio y compuestos antiinflamatorios que son claves para la salud cardiovascular y digestiva. Sin embargo, por ignorancia muchas veces se la cocina de forma errónea, lo que lleva a desperdiciar los nutrientes que aporta.
Hay un método de cocción que poca gente conoce y que realmente puede cambiar por completo su textura, su gusto y valor nutricional. La técnica correcta que permite disfrutar de una berenjena tierna, sabrosa y con todos sus nutrientes es asándola. No hay que freírla o hervirla, ya que de ese modo pierde todo su potencial.

Al ser un vegetal poroso en su interior, cuando se lo hierve pierde todas sus vitaminas y fibras en el agua, lo que reduce su aporte a la salud. A su vez, cuando se la cocina de forma directa en el aceite absorbe mucha cantidad de grasa, lo que incrementa las calorías del plato. Ambas técnicas también destruyen parte de sus antioxidantes naturales, como la nasunina, que está en su piel.
La mejor manera de cocinar la berenjena es asarla, ya sea en el horno tradicional o en la freidora de aire, un electrodoméstico que se puso de moda en el último tiempo y que se encuentra en la mayoría de los hogares argentinos. Con este método se conserva mejor la textura y se potencia todo el sabor original de la verdura. Además, si se usa una correcta cantidad de aceite se evita la absorción excesiva de grasa.
“Al comprar las berenjenas debemos fijarnos en las que tengan una forma alargada, que estén duras o tersas y que tengan la piel brillante. Hay que consumirlas en una semana, puesto que no es una hortaliza que se conserve mucho tiempo. Además, al prepararlas, es mejor echarles un poco de limón o vinagre para que no se pongan oscuras”, aconsejó Iva Marques-Lopes, dietista-nutricionista de Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Universidad de Zaragoza.
“La piel de berenjena es muy rica en antocianinas y otros flavonoides responsables de su color morado. Estas sustancias tienen una actividad altamente antioxidante en la prevención de enfermedades degenerativas”, precisó.

Para cocinar la berenjena asada se deben seguir unos simples pasos. Primero, cortarla en rodajas o cubos de un centímetro de espesor. Ahí se debe poner sal gruesa y dejar reposar entre 15 y 20 minutos para que libere el líquido amargo. Hay que enjuagar y secar bien con papel de cocina para quitarles el exceso de agua.
Luego, hay que colocar las rodajas en una placa para horno con aceite de oliva, sal y pimienta a gusto. Se hornean a 200 °C durante 25 a 30 minutos y las tiene que dar vuelta a la mitad de cocción.
En la freidora de aire es más simple y el tiempo se reduce a unos 15 a 18 minutos, con resultados igual de sabrosos. Al prepararla de esta manera no lleva tanto aceite y mantiene todo el aporte nutricional que caracteriza a esta verdura.
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