El mejor del mundo: esta es la receta del alfajor que se llevó todos los premios
Elaborado con una receta familiar desde 1978, este alfajor combina una masa de bizcochuelo, dulce de leche y cobertura de chocolate amargo; su proceso de producción mantiene su esencia artesanal
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El alfajor de la fábrica La Olla de Cobre, originaria de San Antonio de Areco, fue reconocido como el mejor del mundo por Taste Atlas, una guía culinaria internacional que elabora recomendaciones basadas en votaciones de chefs, críticos y degustadores.

La marca, que se destaca por su identidad artesanal, superó a otras 19 marcas argentinas en el ranking de los mejores alfajores. La Olla de Cobre obtuvo cinco estrellas en la evaluación de Taste Atlas, que la posicionó en el primer lugar del listado.
La historia de La Olla de Cobre se remonta a 1978, cuando Carlos Gabba y Teresa Fanelli fundaron una fábrica artesanal de alfajores, bombones y chocolates. Inicialmente, la producción se realizaba sin maquinaria industrial, utilizando ollas de cobre para fundir el cacao. Con el tiempo, la marca ganó reconocimiento en San Antonio de Areco y en ciudades vecinas, gracias a la recomendación de turistas que visitaban la zona.
En 2021, Carlos Gabba y Teresa Fanelli revelaron a LA NACION que el secreto de sus alfajores reside en la masa, similar a la de un bizcochuelo, que le otorga una textura blanda. El alfajor se rellena con una generosa porción de dulce de leche repostero y se cubre con chocolate amargo al 70 por ciento.

La receta del alfajor La Olla de Cobre
La receta del alfajor de La Olla de Cobre combina elementos de distintas regiones argentinas: la masa similar al alfajor serrano, el dulce de leche parecido a los alfajores de la costa bonaerense y el sabor a chocolate característico de la Pampa.
Actualmente, el 90 por ciento de la clientela de La Olla de Cobre está compuesto por turistas. La marca realiza envíos a todo el país y también logró trascender las fronteras, gracias a los fanáticos que viven en el exterior y que compran cajas extras para llevar a sus lugares de residencia.

Para hacer frente a la creciente demanda, sus dueños modernizaron la fábrica con maquinaria de última generación, lo que le permite producir más de 10.000 alfajores semanales. A pesar de la incorporación de tecnología, la empresa se esfuerza por mantener el sabor y la identidad artesanal de sus productos.

En su cuenta de Instagram, La Olla de Cobre compartió un video que muestra el proceso de elaboración de sus alfajores. Carlos Gabba, en diálogo con LA NACION destacó la importancia del control de calidad: “Todos los días me como uno. Los pruebo, veo cómo salieron y controlo la calidad, sabor y textura. Me da tranquilidad”, asegura.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
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