La espeluznante teoría que afirma que el maquillaje de la reina Isabel I pudo haberla envenenado hasta matarla
La monarca usaba productos a base de metales pesados y, según consta en los archivos, sufrió sus consecuencias hasta su fallecimiento en 1603
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El siglo XVII fue una época en la que no se conocían qué tipo de productos eran buenos para la piel de las personas. Las mujeres se colocaban preparados de dudosa conformación sin saber si sus ingredientes eran nocivos o no para su salud. Es lo que le sucedió a la reina Isabel I, cuyo continuo uso de maquillajes a base de metales pesados pudo haberla intoxicado hasta la muerte.

La moda durante su reinado dictaba que las mujeres debían ir con la cara pintada de blanco, puesto que la palidez significaba juventud y fertilidad, además de un nivel social alto. Pero la reina no solo pintaba su rostro de blanco por estas razones, sino porque había tenido viruela y las erupciones en su cara le habían dejado marcas en la piel.
Para taparlas, Isabel recurrió al maquillaje más popular de la época: el blanc de ceruse de Venice. Lo utilizaba día y noche, continuamente, debido a que una soberana con aspecto joven y sano era la prueba para la corte y los súbditos de que se encontraban en manos de una mujer fuerte que podría hacer frente hasta al peor de los enemigos.
El detalle que nadie conocía en esa época era que el blanc de ceruse era un maquillaje excesivamente tóxico, capaz de causar una muerte lenta a quienes lo usaran. Estaba compuesto por carbonato de plomo tratado con vinagre al que se le añadía una clara de huevo para que se adhiriera bien a la piel. Además, en la mayoría de las ocasiones llevaba también trazas de arsénico.
Pero el uso del plomo no se limitaba a la piel, sino también a los ojos: Isabel I utilizaba una sombra de kohol –conocida desde el Antiguo Egipto-, que se realizaba con polvo de galena triturada con sales de plomo. Por otro lado, para darle color a las mejillas y a los labios usaba carmín, un producto que contenía mercurio.

Si bien la causa de la muerte de Isabel I es desconocida, los expertos señalan que el cóctel de estos productos de belleza tóxicos pudo haberla matado. El abuso de estos materiales de plomo comenzaron a mostrar su toxicidad: despigmentaciones en la piel, caída del cabello, alteraciones dentales e intoxicación en la sangre y, por consiguiente, anemia.
Su salud mental también fue afectada por el maquillaje: ya en épocas cercanas a su muerte en 1603 sufría de alteraciones y de una disminución en sus niveles de conciencia. El mercurio del carmín para los labios también le causó estragos. Ya hacia el final experimentó pérdida de memoria, depresión e irritabilidad.
El día que Isabel II vio el fantasma de Isabel I en Windsor
El sitio de viajes Visit Britain, reveló en noviembre pasado que tanto la reina Isabel II como la princesa Margarita afirmaron haber visto el fantasma de Isabel I en la biblioteca del castillo de Windsor. Esto generó una ola de testimonios de personas que se toparon con otros espectros de de la realeza que ya murieron.
De acuerdo con lo publicado además por el medio Daily Star, se cree que la residencia actual de la reina está “embrujada” y es habitada por fantasmas de antiguos de la realeza. El diario británico sostiene que hubo 25 avistamientos de fantasmas en las habitaciones del castillo de Windsor.
Respecto al fantasma de Isabel I, al parecer, suele deambular por la biblioteca usando tacos y haciéndolos sonar. De acuerdo con The Express, sus pasos se escuchan antes de ella aparezca. Algo que resulta espeluznante. Citado por el Daily Star, Richard Jones, autor del libro Castillos encantados de Gran Bretaña e Irlanda, dijo que también un guardia del castillo había visto los fantasmas de la reina Isabel I y de Jorge II en esta habitación.
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