Miss Hawaiian Tropic. Cuando la novia de Jeff Bezos soñaba ser famosa y conquistar el mundo con un bikini azul
Los primeros pasos de Lauren Sánchez hacia la fama fueron en un concurso de belleza, cuando tenía 18 años
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Será, en los próximos días, la esposa del hombre más rico del planeta. Para su boda, que se celebrará entre el 24 y 26 de junio, “cerrarán” parte de Venecia. Habrá lugares que, durante ese fin de semana, sólo podrán visitar sus 200 invitados. Algunos de los confirmados: Bill Gates, Barbra Streisand, Leonardo DiCaprio, Kim Kardashian, Karlie Kloss, Orlando Bloom y Katy Perry, entre otros.
“Estamos preparados para recibirlos sin alterar la vida cotidiana de los residentes ni de los turistas. Este evento también traerá beneficios económicos concretos para nuestra comunidad”, dijo el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro.

En los últimos días trascendieron fotos de su despedida de soltera, en París, entre amigas y celebridades. Según los medios británicos, la celebración tuvo un costo de 600 mil euros.
Pero mucho antes de conocer al magnate Jeff Bezos, dueño de Amazon, su prometido, cuya fortuna Forbes estima en 200 mil millones de dólares, Lauren Sánchez ya soñaba con ser famosa.

Camino a la fama
Lauren Wendy Sánchez -su nombre completo- nació el 19 de diciembre de 1969 en Albuquerque, Nuevo México, en el seno de una familia mejicana-estadounidense de segunda generación. Sus padres, Ray y Eleanor, trabajaban en la industria de la aviación.
De chica soñaba con una vida glamorosa, como las estrellas de televisión. Solía comprar la revista Vogue, donde descubría un mundo fascinante, lleno de brillos, que quería conquistar de cualquier manera.

El concurso Miss Hawaiian Tropic
A fines de los años 80, cuando era apenas una adolescente, Lauren decidió probar suerte en los concursos de belleza. Se había graduado de la escuela en 1987, donde fue porrista y participó activamente en el consejo estudiantil.
Sánchez se inscribió en un certamen local auspiciado por una conocida marca de protectores solares. En aquella época, los concursos Miss Hawaiian Tropic eran furor: creados en 1983 en Daytona Beach, Florida, estas competencias de bikinis empezaron en bares y restaurantes locales, pero rápidamente crecieron hasta tener finales nacionales televisadas en Las Vegas o Hawái.

Eran eventos marcados por el brillo y la cultura pop ochentera: entre los jueces llegaban a figurar celebridades como Burt Reynolds y Hugh Hefner o incluso Donald Trump, quien fue jurado en los 80 y conoció allí a la que sería su segunda esposa, Marla Maples, entonces concursante del Miss Hawaiian Tropic.

Lejos de los estrictos protocolos de Miss Universo, estos certámenes Hawaiian Tropic se enfocaban en la belleza playera y la actitud. Las concursantes eran alentadas por un ruidoso público de más de200 personas. En ese ambiente veraniego y competitivo fue donde Lauren Sánchez dio sus primeros pasos hacia la “fama”.

Según recuerda un organizador de aquel certamen, las fotos rescatadas de esa época la muestran ocupando el puesto central entre las finalistas, clara señal de que ganó la competencia a nivel local. Es decir que fue la mejor de Nueva México. Tenía 18 o 19 años en ese momento.

Aquella noche, en su debut en el certamen, en un club llamado Club Rio, la joven desfiló con seguridad frente a los jueces locales luciendo el bikini reglamentario de la competencia. Tras varias rondas eliminatorias a lo largo de un mes –de unas 30 postulantes iniciales se redujo primero a 10, luego a 5 y finalmente a la ganadora– Lauren se alzó con el título regional. Si bien no trascendió a la prensa nacional en ese momento, este pequeño triunfo personal insinuaba el camino que tomaría su vida.

Aunque finalmente no continuó por la senda de los grandes concursos tradicionales, el episodio Miss Hawaiian Tropic le dio a Lauren Sánchez un pantallazo de lo que sería la exhibición pública y la confianza sobre el escenario. Años más tarde, ella misma reconocería que, al iniciarse en televisión, sentía que no había muchas mujeres con sus rasgos latinos en pantalla, y que deseaba ocupar ese espacio.


Tras su aventura en los concursos, Lauren se enfocó en construir una carrera más allá de las pasarelas. Primero cursó estudios en la Universidad de Nuevo México, donde se interesó por la actuación y la oratoria. Decidida a acercarse al epicentro del entretenimiento, se mudó luego a California. Allí asistió a El Camino College, una institución comunitaria, donde enfrentó un desafío personal: dificultades académicas que derivaron en el diagnóstico de dislexia. Lejos de amilanarse, convirtió esa revelación en impulso. Con apoyo docente, entendió sus diferencias de aprendizaje y salió adelante. Con el tiempo se convertiría en vocera de la Asociación Internacional de Dislexia, abogando por una educación más inclusiva.
Superado ese escollo, continuó sus estudios en la Universidad del Sur de California (USC), donde se especializó en comunicaciones. Simultáneamente, seguía explorando el modelaje. En 1990, con 20 años, participó en el concurso Models World Magazine Cover Girl Competition.

Después ingresó, de a poco, al mundo del periodismo televisivo. Comenzó en Los Ángeles como asistente de escritorio en KCOP-TV, una estación local, haciendo tareas de producción y aprendiendo detrás de cámaras. Con perseverancia consiguió su primera oportunidad al aire en Phoenix, en la cadena KTVK-TV, donde fue reportera y eventual presentadora entre 1995 y 1996.
Desde entonces, su carrera fue siempre en ascenso. Llegó a las cadenas nacionales y a las audiencias masivas, en horarios estelares. También hizo cameos cinematográficos interpretando a reporteras (o a sí misma) en películas como Fight Club (1999), The Day After Tomorrow (2004) y Fantastic Four (2005).
En 2010, fue incluida en la lista de “Los 50 más bellos” de la revista People, y en una edición especial de US Weekly dedicada a figuras con cuerpos destacados. Pero Lauren Sánchez ya había dejado atrás su rol de chica de bikini para consolidarse como periodista latina respetada en los medios de EE. UU.
Tras dos décadas frente a las cámaras, Sánchez sintió el impulso de reinventarse. Paradójicamente, volvió a sus raíces familiares en la aviación. A los 40 años decidió aprender a volar: obtuvo su licencia de piloto tanto de avión como de helicóptero, demostrando que nunca es tarde para abrazar nuevas pasiones.
En 2016 fundó Black Ops Aviation, una compañía de producción aérea pionera por ser la primera en Hollywood propiedad de una mujer piloto. Desde helicópteros y avionetas, Sánchez empezó a ofrecer servicios de filmación aérea para cine y TV, llenando un nicho en la industria con una mirada estética y ágil desde las alturas.
En 2018 su vida dio un giro de 180 grados: comenzó discretamente una relación con Jeff Bezos, por entonces casado con MacKenzie Scott. El romance se hizo público de forma escandalosa en enero de 2019, cuando el tabloide National Enquirer publicó mensajes íntimos entre ambos. Bezos acusó al medio de chantaje, y tanto él como Lauren se divorciaron ese mismo año de sus respectivas parejas.
En mayo de 2023, la pareja se comprometió a casarse durante unas vacaciones en Francia. Él le dejó, debajo de la almohada, un anillo con un diamante valuado en 2,5 millones de dólares.
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