Secretos del café venezolano: cómo se prepara un guayoyo, con qué se acompaña y donde se consigue
Llega por primera vez el café venezolano a nuestro país y te contamos todo lo que tenés que saber
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PARA LA NACIONVerónica De Martini
¿Sabías que Venezuela a principios de 1919 estaba entre los tres principales productores cafeteros del mundo? El café venezolano va bien con cualquier modo de preparación: filtrado, con leche, espresso, pero si queremos tomarlo como un verdadero venezolano debemos prepararnos lo que llaman un Guayoyo y en esta nota develamos todos los secretos.
“Aquí la gente conoce el tequeño y la arepa, nos faltaba el café”, asegura Elizabeth Porth, venezolana que vive en Argentina y quien, junto a su socia Dora Garrido, son las encargadas de comercializar el café de Venezuela por primera vez en nuestro país.
Las primeras en traer el café de su país
Hace dos años que las chicas están detrás de Café Lady Brava y ofrecen cafés de especialidad de México, Perú, Colombia y Brasil, este año apuestan a ser las primeras en Argentina en traer lo propio.
“Es traer un pedazo de nuestra tierra a este país. Es nuestra identidad, nosotros nacemos y tenemos una taza de café en la mano. El cafecito acompaña el día del venezolano desde el desayuno, el almuerzo y la merienda y queremos que eso se conozca en Argentina”, propone Elizabeth.
El origen del café que arribará a nuestro país
El café que ya comenzó su preventa y arribará a nuestro país el mes próximo proviene de Boconó, al sudeste del estado de Trujillo ubicado a unos 1200 a 1600 metros sobre el nivel del mar en una región Andina y occidental del País, siendo parte de la Cordillera de los Andes.
Es un café de especialidad de 81 puntos con notas caribeñas, de varietales como el Colombia 27, Caturra y Castillo, de tipo Arábica. Se venderá en verde para otros tostadores, y tostado para cafeterías que quieran ofrecer a sus clientes un café exclusivo.
Una vez en boca, pueden advertirse notas de durazno, ciruela, chocolate, frutos secos, miel y especias que se destacan por su acidez brillante y jugosa.
Lo que lo hace único
Es un café amable, bastante equilibrado. “Venezuela tiene la temperatura, el clima, el suelo fértil y la altitud necesaria para producir un grano donde la planta genere su mayor rendimiento. Resulta agradable al paladar porque resalta un dulzor natural a papelón -que es como una caña de azúcar- melaza, y frutos cítricos que son sabores muy característicos de nuestro país. La acidez es bastante balanceada lo que lo adapta perfectamente al perfil de consumo diario”, sostiene Elizabeth.
El guayoyo, el clásico de los venezolanos
La palabra Guayoyo viene de un sonido indígena y es la forma característica de cómo se toma el café en Venezuela. Es un café filtrado, con la manga, negro, sin leche. La receta es una herencia familiar: por un litro de agua, 80 gramos de café molido grueso. “¿El tamaño del café? Es el tamaño que tú quieras, eso es lo lindo que tiene”, asegura Elizabeth que su idea es que la gente busque entender un poco más el café de su país.
¿Se endulza el guayoyo?
¡Sí!, el venezolano endulza el café siempre. “Ahora con el café de especialidad es como un sacrilegio hablar de poner azúcar, pero en Venezuela es algo demasiado cultural, viene de la época de la colonia. El guayoyo particularmente viene con azúcar, es un café muy amable en ese sentido”, asegura Elizabeth. Así que cuando vayas a pedirte un guayoyo no tengas miedo de agregarle azúcar que nadie te va mirar mal.
¿Con qué se acompaña?
Va bien con nuestras clásicas medialunas o con un roll de canela. Pero si queremos seguir la cultura del país de origen debemos acompañarlo con una arepa si o sí. “No hay forma de no acompañar un café venezolano con una arepa o con un pancito relleno de jamón. El guayoyo no puede faltar después del almuerzo, nuestro lema es que así sabe el café de casa”, dice Elizabeth con entusiasmo.
La clave está en el tostado
Si no querés ir por la opción del guayoyo de cualquier forma que lo prepares en el café va a saber bien, esto es porque en Lady Brava cuentan con tostadores venezolanos, argentinos y colombianos, “tenemos variedad de tostadores que conocen muy bien el proceso, y esto es importante porque es en el momento del tueste que se resaltan las características del café”, asegura Elizabeth.
Cómo conservarlo en nuestras casas
Lo ideal es comprarlo en granos, molerlo para el tipo de método que cada uno quiera consumir y guardarlo dentro de su bolsa, en un lugar fresco, sin exposición a la luz directa del sol, bien tapado. “Había una costumbre de poner el café en un pote transparente y dejarlo que se viera, eso no se recomienda”, aconseja Elizabeth, así como tampoco guardarlo dentro de la heladera porque la humedad lo daña.
¿Tiene vencimiento?
Una vez abierto puede durar tres semanas o un mes en perfectas condiciones si se guarda bien. “Vendemos formatos de un cuarto de café que se consumen en una semana”, dice Elizabeth, que aconseja consumirlo a corto plazo desde el momento de su apertura.
La novedad: el café en lata
Imaginate un día de calor, tenés ganas de tomar algo fresco y rico pero no querés una gaseosa, por eso las chicas de Café Lady Brava ya están desarrollando la venta del café de Venezuela en lata, ¿te animás?
Café sustentable
La zona de Boconó: Trujillo fue la primera en recibir la Indicación Geográfica Protegida (IGP) que se otorga al café venezolano. Para ello no se usan pesticidas y se evita cualquier tipo de deforestación. La fertilización del suelo se realiza tres veces al año y la siembra de las plantas en temporada de lluvia para asegurar un óptimo establecimiento y crecimiento. El sombreado parcial proporcionado por lo árboles de guamo blanco y negro y las plantas de banano protegen a las plantas de café de la luz solar directa y extrema.
Los beneficios de la recolección selectiva
El proceso de recolección es artesanal, se realiza a mano. Este método es conocido como recolección selectiva, es laborioso y requiere de experiencia. La recolección selectiva tiene también beneficios sociales porque al necesitar mano de obra intensiva se le da empleo a la comunidad local. Por otro lado al recolectar solo los frutos maduros se minimiza el desperdicio y con el uso de fertilizantes orgánicos se benefician los cultivos de café y el entorno natural. Un dato a tener en cuenta: un 60% de los trabajadores son mujeres.
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