
Gerardo Milman se presentó a declarar en la causa por el atentado a Cristina Kirchner
El kirchnerismo acusó al diputado de haber sabido de antemano del ataque; consultado sobre la versión que circuló ayer de que pretendería instalar la hipótesis del autoatentado, respondió: “Si existe uno o varios autores intelectuales, no es en mí donde lo tienen que buscar”
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Gerardo Milman declaró por casi cinco horas en los tribunales de Comodoro Py en el marco de un tramo de la causa por el atentado a Cristina Kirchner de 2022 que todavía permanece en etapa de instrucción, en donde se investiga una supuesta relación del diputado de Pro con el ataque. El kirchnerismo lo acusa de haber tenido información de antemano sobre los hechos.
Milman se acercó a declarar al juzgado de María Eugenia Capuchetti de manera espontánea, sin ser citado por la jueza -que tiene en sus manos este legajo- ni por el fiscal Carlos Rivolo, que instruyó este tramo del expediente y también la parte central del caso, que está en juicio oral.
Durante más de cuatro horas y media, describió una serie de presuntos “móviles” detrás de las acusaciones que lo involucran con el ataque y remarcó situaciones y hechos que, desde su óptica, deberían redirigir el foco de la investigación hacia el anterior gobierno.
Entre los elementos que enumeró frente a la jueza y el fiscal, destacó el incremento en la dotación de agentes afectados a la seguridad de la expresidenta en los días previos al ataque -luego de que el fiscal Diego Luciani hiciera su acusación en la causa Vialidad- y la ausencia del jefe de la custodia, Diego Carbone, el día del ataque.
Según fuentes judiciales, no aportó material nuevo al expediente, salvo la clave de su celular.
Además, subrayó la acumulación de una serie de comportamientos “erráticos” por parte de las fuerzas de seguridad, como no haber detenido a la presunta partícipe del ataque, Brenda Uliarte, el día que, pesando sobre ella una orden de captura, salió de su domicilio en Barracas y los agentes que allí montaban guardia no la aprehendieron.
El accionar de la policía quedó bajo investigación, entre otras cuestiones, porque el celular del atacante Fernando Sabag Montiel -que fue secuestrado la noche del 1 de septiembre de 2022 a una cuadra del domicilio de Cristina Kirchner- no fue trasladado según los estándares de seguridad correspondientes. Además, todos los intentos para abrirlo por parte de los peritos fracasaron y terminó siendo reseteado a fábrica, sin arrojar ninguna pista concreta. Algo de su contenido, sin embargo, puedo ser rescatado de la nube.
La explicación que dieron los expertos ante la Justicia, en coincidencia con los dichos de Sabag Montiel, fue que el celular estaba muy “toqueteado”, porque era “usado”, y se encontraba “hipersensibilizado” a cualquier intervención externa, lo que dificultaba el peritaje.
Tuit y conferencia de prensa
En su declaración, Milman no sindicó a nadie en particular, pero sí recordó el tuit con el que Gregorio Dalbon, abogado de la expresidenta, deslizó, a pocas horas de los hechos, la hipótesis del “fuego amigo”, al publicar “mi olfato me dice que el enemigo es tropa propia”, un mensaje que luego borraría de sus redes.
También se remitió a la conferencia de prensa que brindó el entonces presidente Alberto Fernández tras los hechos y sugirió que ambos debían ser llamados a declarar.
Explicó ante los funcionarios judiciales que las acusaciones en su contra tenían que ver, entre otros motivos, por haber revelado en su momento que Cristina Kirchner hizo una parada en la isla Seychelles durante un viaje oficial.
Según dijo Milman antes de entrar al juzgado, entregaría a la jueza Capuchetti una “cronología de los hechos” que, según él, podría aportar información sobre “autores intelectuales” todavía no investigados. “Hay cosas que la jueza no conoce”, respondió, cuando fue consultado por este medio respecto a si aportaría nuevos elementos a la causa. También afirmó que facilitaría la apertura de su teléfono celular, algo que hasta ahora la Justicia no logró realizar.
Ayer, cuando se hizo público que declararía, la versión que circulaba era que sostendría que fue un “autoatentado”. Consultado por LA NACION, Milman no sostuvo semejante hipótesis. “Si existe o existiera uno o varios autores intelectuales no es en mí donde lo tienen que buscar”, se limitó a decir. “Me pareció oportuno venir al juzgado pedir esta declaración espontánea para poder relatar los hechos y explicarle a la jueza por qué creo que se me intentó involucrar”, afirmó.
El diputado quedó involucrado en este expediente a raíz de una declaración de Jorge Abello, un asesor legislativo de Unión por la Patria, que sostuvo haberle escuchado decir al diputado, dos días antes del atentado, en un bar frente al Congreso: “Cuando la maten, voy a estar camino a la costa”.
En paralelo, en el juzgado 11, hoy subrogado por el juez Sebastián Casanello, corre otra causa que investiga a Abello por falso testimonio. En ese expediente, Milman ya pidió la declaración indagatoria del asesor.
La situación en torno Milman se complicó por un borrado de celulares, del que él supuestamente participó. El de su secretaria, Ivana Bohdziewicz, presente el día en el bar, fue borrado por un perito antes de ser entregado a la Justicia. Ella accedió a eliminar el contenido, según afirmó en los tribunales, para proteger su intimidad. “Estaba preocupada por mi vida personal, en ese momento los medios estaban bastante activos. Entonces deciden borrar todo y yo accedí. Tampoco creí que iba a ser tan grave y me iba a perjudicar hacerlo”, dijo.
Por su parte, Milman entregó un celular nuevo, distinto al que habría tenido cuando sucedieron los hechos. Respecto al dispositivo, en una entrevista reciente con el medio MDZ, sostuvo: “Mi teléfono no lo requería la Justicia, por lo tanto si yo quería lo tiraba al Riachuelo. Yo hago lo que quiero con mi propiedad privada”.
La declaración “espontánea” que volcó el diputado ante la Justicia coincidió, en día y horario, con la reapertura al público del juicio oral contra los acusados del atentado, luego de que transcurrieran varios debates cerrados. Aparte de Sabag Montiel, que dijo haber actuado contra la expresidenta por motivos éticos y Uliarte, está siendo juzgado Nicolás Carrizo, jefe de ellos en el emprendimiento conjunto para vender copos de algodón de azúcar.
Muchos de los abogados consagrados al juicio oral trajinaron los pasillos del despacho de Capuchetti durante la mañana para mantenerse al tanto del desarrollo de la declaración de Milman, que podría tener impacto en el debate oral, que se encamina hacia los alegatos finales.