La Casa Rosada siguió de cerca cada paso de Milei y celebró un gesto apenas percibido de Trump
Los monitores en los despachos oficiales estaban clavados en Washington; “Se sintió como en un acto de La Libertad Avanza”, resumieron muy cerca del Presidente
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LA NACIONCecilia Devanna
“Se sintió como en un acto de La Libertad Avanza”. Así describieron muy cerca del Presidente la forma en que Javier Milei vivenció ayer su participación en la ceremonia con la que Donald Trump asumió su segundo mandato en la Casa Blanca.
Pese a los 8500 kilómetros de distancia, en la Casa Rosada siguieron de cerca lo que sucedía ayer en Washington, con especial atención sobre cada movimiento de Milei. A diferencia de lo que sucedió en 2016, cuando asumió su primer mandato –e históricamente en los Estados Unidos–, Trump rompió los protocolos e invitó unos pocos mandatarios extranjeros. Pero en la cima del poder libertario celebraron especialmente otro gesto, no captado por la transmisión oficial: Trump y toda su familia, indicaron a LA NACION, saludaron a Milei al salir de la iglesia de Saint John, antes de la ceremonia en el Capitolio. El republicano le dio una palmada al libertario, acotó otra fuente.
Hace tiempo que en La Libertad Avanza celebran la llegada del republicano a la Casa Blanca y su cercanía con Milei, con quien a lo largo de 2024 se vio en tres oportunidades. “Trump rompió el protocolo y Javier estuvo entre unos pocos invitados de todo el mundo. Elon [Musk] le dijo a Javier que lo ama [el dueño de Tesla y futuro funcionario así lo escribió en su cuenta de la red social X]. Todo a favor”, festejaban ayer en las filas libertarias. Deslizaban, también, que la invitación de Trump fue comunicada desde un principio a Milei, y se desquitaron contra los que afirmaban que el convite no iba a llegar. “Mirá donde está ahora”, apuntó un alto funcionario.
“Se sintió como en un acto de La Libertad Avanza”, insistieron. “Todos lo felicitaban [a Milei] por lo que está haciendo y hasta le detallaban medidas”, completaban, en referencia a las distintas galas en las que Milei se hizo presente antes de la asunción de ayer, y en las que se movió casi como un rockstar en medio del frenesí de la elite trumpista latina.
En la Casa Rosada daban un paso más: afirmaban que esas felicitaciones no solo llegaron de parte de republicanos, sino también de otros asistentes a los eventos, como empresarios, legisladores y otros mandatarios, como la primera ministra Giorgia Meloni, con quien Milei mantiene una excelente relación.
Mientras Milei vivía esa experiencia en los Estados Unidos, en Balcarce 50 los televisores de los distintos despachos estaban clavados en las señales de noticias que cubrían lo sucedido. A diferencia de lo que sucedió en la noche de la elección estadounidense, en noviembre pasado, cuando varios libertarios viajaron a los Estados Unidos e incluso accedieron a la residencia de Trump, Mar-a-Lago, en Palm Beach, esta vez solo se mostró por Washington Daniel Parisini, “Gordo Dan”, hombre fuerte de las redes libertarias. Eso, sin contar la presencia del fiscal federal de Tres de Febrero Paul Starc, que participó en los eventos republicanos antes que el Gobierno comunicara su designación al frente de la Unidad de Información Financiera (UIF).
En una Casa Rosada semidesierta, las miradas se desviaban de los monitores para avanzar en las negociaciones por las sesiones extraordinarias, que este martes reunirán al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con los jefes de la UCR, Rodrigo de Loredo, y de Pro, Cristian Ritondo, en Diputados.
Más allá de la suerte que tengan los proyectos para eliminar las PASO, implementar la ficha limpia o nombrar jueces en la Corte, los pormenores de Milei en Washington marcaban ayer el clima oficial: “Todo marcha acorde al plan”.
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