Máxima cautela y signos de desorientación entre los intendentes de Pro que están en la mira de Milei
Los libertarios quieren pescar a Montenegro, Lanús, Abella y Matzkin, mientras Ritondo impulsa un frente electoral; Santilli espera para mover sus fichas
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“Voy a tener más trabajo que un plomero en el Titanic”, soltó Cristian Ritondo, el titular de Pro en Buenos Aires, apenas Silvia Lospennato y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, se subieron al escenario que se había montado en la sede partidaria de Pro para reconocer la derrota en las legislativas porteñas.
La misma noche del domingo, después de que los Macri sufrieran un duro golpe en la Capital, el gran bastión de Pro desde 2003, Ritondo y sus espadas territoriales activaron os con el campamento de La Libertad Avanza. Por esas horas, el presidente Javier Milei festejaba el triunfo de su vocero Manuel Adorni en la patria chica de Mauricio Macri.
Ungido por la mesa ejecutiva de Pro como el encargado de negociar un acuerdo con LLA para confluir en la provincia de Buenos Aires, Ritondo intentó neutralizar un ataque que complicara aún más las conversaciones para llegar a un entendimiento en el distrito más populoso del país para enfrentar al kirchnerismo. Apenas terminaron de hablar Milei y Adorni en el Hotel Libertador, los acuerdistas en Buenos Aires celebraron el tono y el contenido del mensaje, más allá de las chicanas al macrismo por haber pintado de violeta el bastión amarillo.
Después de la catástrofe que sufrió Pro el domingo, Ritondo debe hacer un equilibrio cada vez más complejo. Tiene el mandato para negociar con Sebastián Pareja, titular de LLA en Buenos Aires, un acuerdo con el partido de Milei para conformar un frente electoral en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre. Anudar un pacto institucional es la condición que fijó Macri para aceptar que avancen las tratativas. No obstante, los estrategas del gobierno de Milei piensan reconfigurar el tablero de la oposición al kirchnerismo a imagen propia. Por eso, iniciaron hace tiempo las tareas de seducción sobre varios intendentes y referentes del macrismo en la provincia de Buenos Aires, como Diego Santilli, para que se afilien a LLA. Es decir, que sigan el camino de Diego Valenzuela, jefe municipal de Tres de Febrero, o Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.
Los pescadores libertarios en Buenos Aires ya tienen una lista de intendentes de Pro que consideran blancos apetecibles. Apenas sedimente el triunfo de Adorni en la Capital, irán a la carga para incorporarlos. Se trata de Guillermo Montenegro (General Pueyrredón); Ramón Lanús (San Isidro); Sebastián Abella (Campana); Lisandro Matzkin (Coronel Pringles) y Marcelo Matzkin (Zárate), entre otros. También siguen de cerca a Diego Reyes (Puán) y Jorge Etcheverry (Lobos). Por fuera de Pro, miran a Santiago aglia (San Nicolás) y Francisco Ratto (Areco).

En la nómina de prescindibles -o con los que ven más dificultades para acordar por sus lazos con los primos Macri- están Soledad Martínez (Vicente López), alter ego de Jorge Macri; Pablo Petrecca (Junín); Javier Martínez (Pergamino), aliado de Daniel Angelici; y María José Gentile (9 de julio).
De hecho, Luis Palomino, exfuncionario de Milei y lugarteniente de Pareja y concejal, lanzará este viernes la mesa política de LLA en Vicente López. Primer gesto de hostilidad hacia Martínez tras la batalla porteña.
El grupo de Ritondo tiene tres intendentes: Fernando Bouvier (Arrecifes), Marcelo Matzkin (Zárate) y Juan Ibarguren (Pinamar).
Los análisis que hacen intramuros en la Casa Rosada concluyen que Pro, la fuerza que lidera Macri, está en proceso de extinción. No solo creen que el partido de Macri es la sombra de lo que supo ser, sino que, después del revés que sufrió el domingo, se profundizará la diáspora en el espacio amarillo. “La gran ganadora del domingo fue Karina, así que la lapicera en la provincia de Buenos Aires la va a tener Pareja. Después de sacar quince puntos en su casa, Pro quedó regalado. ¿Por qué vamos a ir corriendo a un acuerdo con ellos?”, dice uno de los arquitectos políticos de LLA en el territorio bonaerense.
Por ahora, tanto macristas como libertarios esperan para mover sus fichas en la provincia. Coinciden en que debe bajar la espuma de la feroz disputa entre LLA y Pro en la ciudad y aguardar a que el peronismo comience a exhibir sus cartas y resuelva el enigma de si Axel Kicillof y Cristina Kirchner blindarán la unidad o competirán en la provincia.
La UCR, en pausa
Maximiliano Abad, titular de la UCR en Buenos Aires, tributa el mismo análisis. “Vamos a acordar con los que coincidamos en las ideas para la provincia, sobre la base de un programa”, repiten en la cúpula del centenario partido, que ahora conduce Miguel Fernández, socio de Abad.
Al igual que Macri, los radicales insisten en que solo aceptarán un acuerdo institucional con LLA. Es decir, quieren conformar un frente “amplio” para enfrentar al kirchnerismo. Apuestan a preservar la identidad propia y no pretenden resignar el sello partidario. Los creativos libertarios no se desesperan por ir a buscar a los jefes municipales del radicalismo. Por un lado, aseguran que Abad se viene desmarcando de la Casa Rosada en las votaciones en el Senado. El discípulo de Ernesto Sanz mantiene conversaciones con Santiago Caputo, principal consejero de Milei, pero repite que la decisión respecto de la estrategia electoral en Buenos Aires la tomará el comité de contingencia de la UCR bonaerense que preside Fernández. “El 7 de septiembre hay ocho elecciones distintas (una por cada sección) y 135 batallas en los municipios. Los territorios van a ser muy importantes”, se jacta uno de los jerarcas del radicalismo provincial.
Entre los aliados de Abad está el intendente Esteban Reino (Balcarce), pero el jefe municipal del radicalismo con más poder de fuego es Miguel Ángel Lunghi (Tandil), quien supo estar cerca de Lousteau y Manes.
En Pro y la UCR se impone la tesis de que LLA estaría obligado a acordar con ellos si el peronismo lograr unificar su oferta. Por caso, creen que ya se activó un presunto plan de popes del PJ para dividir la oferta opositora. En las últimas horas, Carlos Kikuchi confirmó que competirá con una lista liberal por fuera de LLA en Buenos Aires. Y Facundo Manes, quien termina su mandato en el Congreso en diciembre, encabezará el viernes un acto en Tigre para lanzar su espacio, una alternativa a Milei y al kirchnerismo, con el que pretende sumarse a la incierta pelea en la provincia. “Si la oposición se divide, gana el PJ”, advierten.

Desde Madrid, adonde viajó después de la traumática derrota en la Capital -Pro perdió después de veinte años y quedó en tercer puesto, pese a gobernar el distrito-, Macri ratificó que confía en que Ritondo logrará cerrar un trato con LLA para conformar una coalición en Buenos Aires. Además, dijo que él ocupa el rol de expresidente, cuando le preguntaron qué opinaba respecto de los dichos de Milei, quien sostuvo que Macri estaba terminado. En la capital española, donde asiste a un encuentro de exmandatarios organizado por la fundación Libertad y Progreso, se lo vio charlando amigablemente con Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado, y Paula Bertol, exembajadora ante la OEA durante el gobierno de Cambiemos.
Quienes charlaron con Macri después del domingo lo notaron apesadumbrado, como si aún no hubiera logrado digerir la frustración por el resultado del domingo. “La decepción con Milei es muy grande. Me consta que Mauricio no quería rasparlo durante la campaña de 2023 porque decía que era un buen chico. Ahora se dio cuenta de que se quiere comer toda la cancha y marginarlo”, señaló un macrista paladar negro.
Si bien Ritondo confía en que podrá finiquitar un acuerdo orgánico con LLA, hay dirigentes de peso en Pro que presumen que el resultado en la Capital marcó un fin de ciclo para el macrismo y que los libertarios intentarán seducir uno por uno para que firmen la ficha de afiliación del partido de Milei y dejen atrás al expresidente. “Después de la paliza del domingo, no va a haber frente”, auguran.
Santilli optó por cultivar un bajo perfil hasta que se aclare el panorama y haya definiciones. Es de los promotores de l idea de replicar el esquema de 2013, cuando Sergio Massa incorporó candidatos de Macri a sus listas y Pro prescindió de su sello en Buenos Aires. Sus laderos creen que el titular de Pro les debe dar libertad de acción para negociar después del catastrófico resultado en la Capital.
Quienes promovían el diálogo con LLA en Buenos Aires ahora se sienten empoderados. “Quedó claro que la estrategia en la ciudad fue mala y el principal perjudicado fue Pro y el gobierno de Jorge Macri. Nos arrastraron a todos”, despotrica uno de los intendentes amarillos.

Pese a que llegarán más debilitados a la negociación con Pareja y los estrategas de Milei, confían en que el Gobierno interpretará que el desdoblamiento electoral en Buenos Aires requerirá de un esquema distinto y competitivo, ya que el peronismo controla la mayoría de los distritos. “Kicillof no es Santoro y el conurbano no es la ciudad”, remarca un intendente amarillo. En el grupo de macristas –desde Martínez hasta Petrecca- afirman que están dispuestos a confluir con LLA, pero “no a cualquier precio”.
“Tienen que respetar los territorios y el sello de los partidos. Se requiere más que LLA o Pro para ganarle al kirchnerismo”, evalúan. Varios jefes municipales de Pro cogobiernan con la UCR en sus distritos. Por lo tanto, aspiran a lograr un frente amplio que integre a los distintos sectores: libertarios, radicales, macristas y vecinalistas o experonistas.

En San Nicolás, por caso, los aglia calculan cuál será el horizonte más redituable. Pese a que desde los libertarios hasta Kicillof los tientan, pusieron en pausa las tratativas. “No vamos a hacer un acuerdo atado con alambres. No tenemos miedo a competir”, avisan.
Otros de Pro anhelan que Macri apueste por un corrimiento y acepte el acuerdo posible. “Mauricio se tiene que correr. ¿Quiénes van a asumir el rol de Lospennato en las ocho secciones?”, apunta una de las figuras de Pro, que apuesta a una fórmula mixta para converger con LLA.
Lo que pretenden los intendentes de Pro es que los libertarios les garanticen gobernabilidad en sus terruños. Dicho de otro modo: que no les planten una oferta que divida el voto antikirchnerista y fortalezca a la oposición peronista y complique el control de los Concejos Deliberantes.

“La elección en la ciudad confirma que hay una posibilidad enorme de terminar con el kirchnerismo, y la próxima etapa es en la provincia. Para eso tenemos que unificar la oferta electoral de todos los que pensamos parecido”, remarcó Lanús, intendente de San Isidro, ante la consulta de LA NACION.
Montenegro también decidió esperar y no apresurarse. El domingo se comunicó con Caputo y Adorni para felicitarlos por el triunfo. También conversó con Ritondo. Está claro que tiene un diálogo muy aceitado con LLA y no responde a ninguna jefatura política dentro del esquema de Pro. Su vínculo con Macri no goza de buena salud hace años y priorizará el control de su territorio, donde la amenaza del kirchnerismo está latente. Se queja de que padece tomas de terrenos y que Kicillof no le gira fondos.
“Somos víctimas del kirchnerismo, así que vamos a ver cuál es la mejor estrategia para ganarles. No vamos a ser funcionales a los kirchneristas. Hay que elegir entre Hamas e Israel. Nosotros estamos con Israel”, avisan. En el mundillo de Pro, Montenegro se alinea con Santilli y está dispuesto a acordar como sea con los libertarios. ¿Le dará un porcentaje elevado de la lista de concejales a Pareja?

Los consejeros de LLA repiten que están en plena etapa de deliberación interna respecto de cuál será la fórmula más redituable para competir en la provincia. Argumentan que no quieren desperfilarse y avisan que no evalúan la idea de armar un frente con Pro y la UCR. ¿Piensan en listas mixtas? “En el Senado renovamos una banca y seis en diputados. Vamos a crecer exponencialmente, salgamos cómo salgamos. No nos jugamos una intendencia, así que nos conviene poner dirigentes leales o duros, porque estamos pensando en gobernar la provincia en 2027”, estiman.
Si bien estiman que Santilli, Montenegro, Lanús, Abella y Matzkin están dispuestos a saltar el cerco y romper con Macri, son cautos a la hora de los pronósticos: “Los muertos se cuentan fríos”, retratan cerca de Pareja, quien volvió a agitar la interna con la agrupación Las Fuerzas del Cielo, que se referencia en Santiago Caputo.
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