“Las ganas que tengo de matar”: la amenaza de un ladrón a un hombre y a su hijo en un comercio
Fueron víctimas de un asalto en San Antonio de Padua; los delincuentes se llevaron dinero y productos
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Dos hombres armados asaltaron un local de San Antonio de Padua, partido bonaerense de Merlo, donde amenazaron a un hombre y a su hijo con frases intimidantes como “las ganas que tengo de matar...”, los obligaron a entrar al comercio y huyeron con dinero en efectivo y productos.
El hecho ocurrió cuando los ladrones interceptaron a las víctimas en la puerta del negocio familiar, dedicado a la venta de maquinarias y equipos de automotización de portones.

Según informaron a LA NACION fuentes policiales, los delincuentes ya venían siguiendo a las víctimas y las abordaron en la vereda, a metros del comercio. Allí los encañonaron y los obligaron a ingresar. Uno de los asaltantes se encargó de revisar el lugar mientras que el otro se dedicó a intimidar verbalmente al hombre y a su hijo con frases como “callate o te pego un tiro” y “si te movés, te mato”.
De acuerdo con lo que reconstruyó la policía, los atacantes habrían actuado con información previa de que en el lugar podría haber una suma importante de dinero vinculada a una operación de compraventa de un vehículo. No se descartaba que haya existido algún tipo de entrega interna. En ese sentido, los investigadores evalúan si los movimientos del padre y el hijo estaban siendo observados desde días antes.
Una vez dentro del comercio, uno de los delincuentes se movió por los distintos sectores en busca de efectivo, objetos de valor y equipos de tecnología. El otro mantuvo retenidas a las víctimas durante varios minutos, sin dejar de repetir amenazas. En un momento, una de las frases que más impactó a las víctimas fue: “Son impresionantes las ganas que tengo de matar a alguno”.
Las víctimas fueron reducidas y atadas con precintos plásticos. Según dijeron luego a la policía, uno de los ladrones les apuntaba a la cabeza constantemente mientras el otro saqueaba los cajones y cajas del comercio. Se llevaron sus teléfonos celulares y un bolso con documentación personal. Todo ocurrió en pocos minutos.
Personal de la comisaría 2ª de Merlo llegó al lugar tras el llamado al 911. Para entonces, los ladrones ya se habían fugado. Las víctimas estaban atadas, aunque no sufrieron heridas. Tras liberarse, dieron aviso a las autoridades y aportaron información clave para la investigación. El testimonio de ambos fue tomado de inmediato y ya forma parte del expediente.
El caso es investigado por la Unidad Funcional de Instrucción N°6 (UFI) de Morón, a cargo del fiscal Sergio Dileo. Fuentes del caso señalaron a este medio que se analizan las cámaras de seguridad de la cuadra y del interior del comercio. El objetivo es establecer el recorrido previo de los delincuentes y detectar si hubo un vehículo de apoyo en el escape.
En diálogo con este medio, tres vecinos del barrio expresaron su preocupación por la creciente inseguridad. Rubén Carrizo, quien vive a una cuadra del lugar, dijo: “Esto no fue al voleo. Los estaban esperando. Sabían quiénes eran y qué hacían. Y no es la primera vez. A mí me robaron en la puerta de casa hace un mes. Ya ni salimos tranquilos”.
Lorena, vecina de toda la vida del barrio, comentó: “Yo ya no dejo que mis hijos caminen solos. Cuando era chica, San Antonio de Padua era un lugar familiar, ahora no se puede salir sin miedo. Cada vez que vuelve alguien a casa tenemos que mandar mensajes por WhatsApp para saber si llegaron bien. Es vivir en alerta todo el tiempo”.
Javier Guzmán, que trabaja en un comercio cercano, afirmó: “No es solo que te roban, es la forma. Te amenazan, te atan, te apuntan. Y después desaparecen. La policía viene, pero ya es tarde. Acá hace falta prevención. No podemos vivir esperando el próximo robo”.
Por el momento, no hubo detenciones. La hipótesis más firme es que se trató de un robo planificado con información precisa sobre la actividad del local y los movimientos de quienes trabajan allí. También se investiga si los delincuentes están vinculados a otros asaltos recientes ocurridos en la zona con un modus operandi similar.
Los investigadores trabajan además sobre registros telefónicos recuperados de una de las líneas del local, con el objetivo de identificar posibles os previos que hayan filtrado la información financiera o los movimientos vinculados a la venta del vehículo.
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