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Además de millas, también se pueden sumar casas

por

Daniel Flores

18 de diciembre de 2011

Ya lleva sesenta años y debe ser una de las campañas de marketing que se han mantenido vigentes durante más tiempo. Y eso que, como tal, es bastante compleja. La fórmula incluye: 1) una aerolínea; 2) una determinada tradición arquitectónica; 3) un tipo de cerámica, y 4) ¡ginebra!

A la vez, todo es muy simple. Desde 1952, la aerolínea holandesa KLM regala a sus pasajeros de las clases ejecutiva y primera pequeñas réplicas de casas reales de ciudades de los Países Bajos. Estas casitas, a esta altura preciados objetos de colección, son además botellitas, con también muy holandesa y muy preciada ginebra Bols (la chimenea es el pico, sellado con un tapón), fabricadas en cerámica tipo Delft, ciudad a mitad de camino entre Rotterdam y La Haya, con conocida tradición alfarera.

Hasta 1993, la línea aérea (fundada en 1919 y una de las más antiguas del mundo) había lanzado sesenta casas, elegidas por valor histórico o arquitectónico. Pero en 1994 se presentaron quince más, de un golpe, para que el número coincidiera con el aniversario de la compañía. Desde entonces, cada 7 de octubre se sumó un nuevo modelo. Es decir que la colección va por las 92, una verdadera miniciudad azul y blanca, los colores característicos de la sobria cerámica de Delft.

Según fuentes de KLM, que en octubre último volvió a volar sin escalas de Amsterdam a Buenos Aires, cada año se embarcan casi un millón de miniaturas para ser entregadas en sus aviones (los pasajeros pueden optar entre algunas opciones, no necesariamente las 92 existentes).

En la sede de Bols, en Amsterdam, está expuesta la colección completa. Y en sitios de venta online como eBay las casitas se ofrecen hasta por 50 dólares, especialmente si se trata de alguna edición limitada. Además, por lo menos en Amsterdam, se pueden hacer tours guiados para ver en vivo algunas de las construcciones inspiradoras, generalmente de tres o cuatro pisos, y frente a los canales. De hecho estos paseos se pueden realizar en barco, navegando plácidamente mientras se escuchan las historias sobre sus constructores, sus antiguos ocupantes y sus eventuales transformaciones. Como dice una guía de estos paseos en barco: "Cada 7 de octubre se elige una nueva. ¿Cómo las seleccionan? Nadie lo sabe. Es un misterio. Algunas son famosas, otras no. Algunas pertenecieron a personajes muy importantes, otras no. Pero está claro que todas son especiales. Es que todas las casas de Amsterdam son especiales".

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